Sono Ghoul

Capítulo 21: Vidas dificiles, enojos extraños, conflictos y descontrol

Capítulo 21: Vidas dificiles, enojos extraños, conflictos y descontrol

~Narra Luka~

Domingo: 5:00am, 1 hora para que amanezca

Luego de presenciar cómo Leandro devoraba a su presa me dio mucho en qué pensar ¿Yo seré así algún día? ¿Dependeré tanto de carne humana? No quiero ser un caníbal, quiero seguir siendo yo mismo, poder comer de los deliciosos platos de comida que me prepara Leandro cada día, y que el sabor y textura de la comida de la cocinera de mi antigua casa quede grabado en mi mente para siempre, ¿Qué sabor tendrá la carne humana? ¿Qué tiene que es tan exquisita para los Ghouls? No quisiera tener que averiguarlo nunca.

Me encuentro tumbado en mi cama y Leandro está sentado en la silla reclinable de mi escritorio jugando un videojuego, parece un niño, dijo que estuvo toda la noche vigilándome, y que la otra noche estuve diciendo predicciones y deteniendo el tiempo, aun no sé si eso es verdad, eso lo sabré con el tiempo, en este momento Leandro piensa que estoy dormido y ha estado aquí desde ayer, vigilándome, pero que él esté aquí me pone más nervioso, no dormí muy bien en toda la noche vigilando que éste depravado sexual no se meta en mis pantalones, aunque Jay ha hecho que me dejase en paz por un tiempo, pero quien sabe...las cosas pueden cambiar.

-¿Piensas levantarte ya o quieres seguir allí fingiendo que duermes creyendo que no me he dado cuenta de que te despertaste hace media hora?- Mierda, me descubrió, ¿Cómo coño se ha dado cuenta que he estado despierto todo este tiempo? Lo peor del caso es que sabía que estaba despierto y se quedó cayado y siguió jugando con su maldita PSP.

- ¿Cómo te has dado cuenta de que estaba despierto?- miro mi reloj, ya son las 5:25am debo levantarme para ir al jodido instituto, tenía que haber hecho la jodida tarea de Jones y de Claire, no sé cómo le haré

- Por tu ritmo cardíaco, y por el hecho de que vi cuando medio abriste los ojos...¡Maldito me ha matado con la granada!- Leandro está en su momento de niñez, no puedo creer que le esté gritando a un maldito juego de PSP. Estoy a punto de meterme al baño, veo que Leandro ya está listo para ir al instituto.

- ¿Cómo haremos con las actividades que nos ha mandado el profesor Jones y el trabajo de las fotografías de Claire?- le pregunto segundos antes de meterme al baño.

- Con respecto a tener los cuadernos completos de esos dos, ya hice que alguien escribiera todos los temas en los dos cuadernos, y con respecto al trabajo de las fotografías de Claire, terminé ese trabajo ayer- Dice Leandro muy concentrado en su juego, yo sonrío al verlo tan distraído teniendo sus momentos de inmadurez, si todas las mañanas fuesen así, no sería tan mala la situación.

* * *

- ¿Quieres pasar por Alaska a su casa?- me pregunta Leandro mientras pasamos por el trafico de la mañana, ha hecho más frío que nunca, y todo está muy húmedo, creo que ayer llovió, puedo ver a todas las personas que pasan en sus autos y a las que caminan en las aceras, tienen una vida tan tranquila, nada comparado a la nuestra, ellos pueden pasar por las calles sin ningún temor con la única preocupación de llegar a tiempo a sus destinos o llevar a sus hijos al instituto, que despreocupadas son sus vidas, si tan solo la mía fuese así de fácil.

- ¿Y tú quieres pasar por Jay a su casa?- le pregunto en el mismo tono burlesco con el que me habló, esos dos son el uno para el otro, Alaska se llevará una sorpresa al ver que pasaré por ella a su casa. Leandro entra por la calle de la casa de Alaska, veo cómo ella va bajando las escaleras de su porche bien abrigada y con una chaqueta blanca de cuello alto que hace que se vea aun más adorable, lo juro, esa chica va a matarme por ser tan adorable.

- Esa chica es tan adorable- comenta Leandro deteniéndose justo en frente de la casa de Alaska haciendo que ésta pare en seco al ver que un auto que se le hace muy familiar pare justo en frente de su casa, abro la ventana del auto y la recibo con una cálida sonrisa, al verme ella sonríe ampliamente, me alegra ver esa reacción.