La chica de las coletas [Yoonrosé]

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— Y este es el auditorio, anteriormente era utilizado para guardar libros que sobraban, artículos descompuestos y varias chácharas. Pero él director optó por restaurarlo.— miro al chico quien miraba curioso todo el lugar.

— Creo que me gusta.— miro a la rubia con una sonrisa.— El lugar es muy grande.— observó las cientos de sillas que descansaban a los costados de la habitación.

— Es el cuarto más grande de todo el instituto.— asintió mientras abría una de las enormes cortinas de color carmín para dejar pasar los rayos del sol al interior.— Aquí cabe todo el plantel.

— Ya veo.— se limito a decir acercándose hasta la chica para observar a través de la ventana que ahora estaba abierta.— Es un lugar muy interesante, realmente podré acoplarme con facilidad.

— Es un gusto poder oír eso.— sonrió mirando al joven.— Si necesitas algo no dudes en buscarme, puedes preguntar a cualquiera sobre mí rápido te dirán dónde encontrarme.

— Por lo visto eres alguien popular.— jugueteo con una de las cintas que sujetaban las cortinas.

— Soy la vicepresidenta del instituto.— comento con orgullo y una enorme sonrisa.

— Supongo entonces que es un honor para mí que estés dándome este recorrido personalmente.— hizo un gesto de quitarse el sombrero e inclinarse hacia adelante en muestra de gratitud haciendo reír a la chica.

— De echo, Jennie, la presidenta debió haber echo esto.— murmuró con una mueca de desagrado.— Pero tiene otro asuntos que resolver, así que me pidió que lo hiciera por ella.— mostró una sonrisa muy forzada.

— Entonces, ¿no querías hacer esto?— cuestiono algo incómodo.

— Oh, no lo malintérpretes.— nego rápidamente.— Estoy encantada de poder ayudarte, en serio, es solo que estamos en reelecciones y no he tenido tiempo de hacer mucho para mí campaña .— murmuró mirando hacia la ventana.— Ambas intentamos dar lo mejor para poder sobre salir, es algo tonto pero a nadie le gusta perder contra un fuerte rival.

— Ya veo.— suspiro mirando a la rubia con una sonrisa.— Descuida, si necesitas ayuda puedes contar conmigo. Además.— hizo un gesto para que ella se acercará la suficiente.— Eres mi favorita y tienes mi voto.— murmuró misteriosamente.

— Muchas gracias.— sonrió feliz.— Vamos, debo mostrarte lo demás.

Ambos rubios salieron del auditorio caminando a través del largo pasillo solitario. Rosé le comentaba todo lo necesario para que él estuviera informado sobre el movimiento del instituto, él prestaba suma atención a cada palabra y consejo que le daba la chica.

— Hola, Mark.— choco contra el nombrado cuando estaban por dar vuelta en una esquina.— Kai, ¿que hacen aquí?— miro a ambos chicos quienes llevaban unas cajas entre sus manos.