My Ghostly Freckled.￤𝐇𝐲𝐮𝐧𝐥𝐢𝐱

06: ¿Amor?

Cap. Anterior.

Nadie más le llamaba así, solo aquel chico con el que compartía clases en secundaria y que había sido su principal agresor. Christopher Bangchan.

La situación se había vuelto bastante incómoda,  Felix casi no hablaba conmigo y cuando yo intentaba acercarme, él se alejaba por completo.  Mi intriga por saber más acerca de él me provocaba noches de insomnio y dolores de cabeza. Aún así seguía adelante con las piezas que formarían parte de mi próxima galería, tenía un par de ellas terminadas y realmente quería mostrarle a Felix sobre todo porque sabía lo mucho que le había gustado verlas cuando solo eran simples bocetos, pero mis formas de intentar llamar su atención no funcionaban y eso se añadía a las causas de mi frustración.

En una de esas muchas noches en las que me era difícil conciliar el sueño y en las que no podía dejar de pensar en él, decidí levantarme y pintar algo que despejara mi mente de toda esa bruma. Antes de que pudiera siquiera plantear la idea en mi mente mis manos comenzaron a moverse como si bailaran al compás con el pincel y el godete que contenía toda esa mezcla de colores, tenía ganas de bailar así que me coloqué mis auriculares y puse mi playlist favorita, después comencé a reírme como un idiota. Llegué a sospechar que de algún modo pudiera estar drogado.

Los colores plasmados eran en su mayoría tonos pasteles, una mezcla de rosa con azul y algunos tonos amarillentos y blancos, el corazón comenzaba a brincotearme en el pecho y yo seguía con tanta energía como cuando empecé a pintar.

Pasaron muchas horas y el sol comenzaba a colarse por las delgadas cortinas de la habitación, yo me encontraba dando las pinceladas finales, gotas de sudor escurrían por mi cuello pero yo apenas y las sentía. Finalmente agregué mi firma en la esquina del cuadro y me alejé a tropezones de la pieza para poder apreciarla. Sonreí como un tonto porque sabía que era probablemente la mejor pintura que había hecho hasta el momento para mí exposición.

El lienzo era abarcado por completo por el rostro de un chico extremadamente bello con ojos que se volvían vivaces y brillantes con ayuda de tonos blancos y azules de diferentes tonalidades. Una sonrisa hacía que esos bellos ojos se cerrarán casi por completo y marcaban sus pómulos de manera delicada, en todo el rostro tenía estrellas blancas que contrastaban con su piel pintada com tonos melón. El rostro del chico se veía tan perfecto que parecía un ángel.

Esa obra tenía cada milímetro de la emoción que estaba sintiendo en ese momento, era una felicidad y satisfacción que quizás nunca había sentido. ¿Cómo podría llamar a este sentimiento? Era algo inexplicable tenía ganas de llamar a Felix y enseñarle lo hermoso que era para mí. ¿Sería esa una acción muy precipitada?

Habían pasado apenas un par de meses ¿Acaso era esto lo que tantas veces escuché de mis amigos? Las mariposas revoloteando en el estómago, los suspiros profundos, las cartas y poemas románticos ¿Ésto era lo que llamaban amor?

Salí corriendo de la habitación para buscar a Felix, estaba de pie viendo fijamente a la puerta de salida y pensé en lo mucho que quería irse. No imaginaba lo mucho que le dolía estar atado al lugar en dónde moriste y no poder hacer nada para cambiarlo.

—¿Felix? —dije llamando su atención.

—Hola Hyunjin.

—Quiero mostrarte algo.

—¿Qué es? —dijo haciendo contacto visual conmigo y yo quedé anonadado mientras le veía.— ¿Hyunjin?

—Oh- claro ven conmigo.

Empezó a caminar detrás de mí y lo llevé hasta dónde estaba el cuadro. Sus ojos de abrieron enormemente, pero en vez de mostrar una sonrisa su rostro lucía confundido, casi molesto. En ese momento sabía que había cometido un error, un gran error.

—¿E-ese soy yo?

—Así es.— hablé mientras miraba en dirección al suelo como un niño pequeño momentos antes de ser regañado por su padre.

—Es una gran pintura, seguro ganarás fama en cuanto la muestres al público.

—Pero... no pareces muy contento— dije.

—Porque no lo estoy.

Si voz sonó fría y cortante, yo no sabía que decir sentía que cualquier cosa que añadiera iba a empeorar la situación.

—No la agregaré a la colección a menos que me lo pidas.

—No debiste pintarme, yo no reflejo ninguna emoción Hyunjin, estoy muerto.

—Los cuadros no intentan plasmar las emociones de los demás, son las mías las que intento pintar.

—¿Las tuyas? ¿y porque yo debería provocarte emociones Hyunjin? soy un extraño para ti, deberías sentir miedo de mí, no sentir...

—¿Sentir que?

—Eso.

—¿Qué es lo que siento por tí Felix?

—No lo sé, pero no deberías sentir nada por un espíritu de un muerto que encontraste en el departamento en el que te hospedas temporalmente.

Me quedé en silencio mientras Felix me miraba serio ¿lo que sentía no era correcto? quizás no debía haber expuesto mis sentimientos de esa forma. Ahora Felix lo sabía y más que molesto por la situación, lucía asustado.

Salió se la habitación sin decir nada más, yo me senté en el borde de la cama mientras veía mis manos manchadas de pintura.

Pensé en muchas cosas, tenía ganas de contarle a Minho pero sería complicado explicar que probablemente me había enamorado de un fantasma, yo mismo lo encontraba absurdo. Ahora Felix iba a evitarme aún más y de pronto un interés surgió en mí, tal vez si investigaba más sobre su vida antes de morir podría entenderle mejor y en el mejor de los casos ayudarle.

Después de una hora me levanté rápidamente de la cama y corrí a tomar una ducha. Salí de casa, no sin antes intentar buscarle pero fue en vano, él se había esfumado de nuevo.

Felix estaba confundido, Hyunjin había actuado de una manera extraña y el comenzaba a sentir dolor de nuevo. Tenía que alejarse por un tiempo para que Hyunjin despejara esas ideas raras de su cabeza, hacía días notaba algo distinto en él, mostraba más atención y en cuanto el intentaba alejarse Hyunjin le buscaba más. Hyunjin no era igual a Bangchan, pero él era un fantasma y no podía corresponder lo que Hyunjin empezaba a sentir.