Albert Wesker

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—¡Sebastian! — gritaste mientras corrías hacia la salida de la comisaría

Tú pequeño sobrino corrió hasta llegar a un poste y quedarse quieto.

Respiraste ondo.

Sólo oías la risa de Marvin, Leon y Chris, ya que estaban afuera fumando, Wesker lo hacía también pero sin reír...o al menos no por fuera.

—No se rían — dijiste algo apenada mientras te acercabas hacia ellos

—¿Le diste chocolate o algo así? — oíste a Leon

—No sé pero...ha andado muy loco desde la mañana — bufaste

Estabas por decir algo cuando oíste otra vez a tu sobrino, correr hacia otra dirección.

—¡Si no vienes en éste preciso momento, no habrá pizza! — alzaste la voz para después alzar mano en un puño y alzar los dedos uno a uno — !uno!...¡dooooos!

Wesker quería reír, y era raro que pasara eso en él porque nunca reír o al menos nunca le daba risa algo.
Se estaba aguantando las ganas de hacerlo.

En eso, el pequeño corrió hasta a ti, tomandote de la mano y quietesito.

Suspiraste de nuevo para después sonreír levemente.

—Ay, sí que das miedo enojada — murmuró Chris

Lo miraste de mala manera

—¿Así que esa es tu herramienta de ayuda para calmarlo? — oíste a Marvin

—Algo así — susurraste — es lo único que me ayuda estando afuera de casa — reíste levemente — bueno, yo los dejo, tengo que irme con el pequeñín

—Nos vemos pequeño

Sebas sólo alzó la mano.

Miraste a Wesker, él no traía sus lentes.
Sólo le sonreiste levemente, viste que tiró su cigarro ya acabado.

—Buena suerte — lo oíste murmurar

💮💮💮

Llevaste tu mano a la cara.
Sinceramente, extrañabas más cuando tu sobrino era un pequeño bebé, a pesar de que lloraba mucho, era más tranquilo en ciertos aspectos.

—Sebastian, cálmate ya, ¿si? — murmuraste para después volver a acomodar ciertos libros en la biblioteca

—¿Otra vez de niñera? — oíste

Respiraste ondo

Volteaste, Wesker se sentaba en la silla junto a una de las mesas de la biblioteca.

—Perdón — te acercasque hacía él — mi hermana ya llega mañana y...

—Está bien — murmuró

Te quedaste callada.
Pensabas que Wesker ya estaba hasta las casillas, cómo tú, de tu sobrino.

—Es un niño, no hace nada malo — prosiguió

—Igual, gracias por tu paciencia y darme permiso de...

—Deja las formalidades de lado, Kate — te interrumpió — no tengo ningún problema en que tu sobrino esté aquí...— miró hacia el piso de arriba, el niño veía los nombres de los libros — hasta me cae bien

Reíste un poco para después sentarte una silla frente a él

—Se parece a ti

Fruciste el ceño

—Sí...en lo...energético — se cruzó de brazos

—Ay...para nada — murmuraste avergonzada

Llevaste una mano en tu mejilla, sentías tus mejillas calientes.
Rezabas porque no estuvieras roja.

—Más tarde iremos a comprar rosquillas — pausaste — ¿te gustaría acompañarnos?

Rápidamente llevaste tu mano a la boca, levemente.
¿Por qué habías dicho eso? Ni idea.
Pero lo habías dicho y no había vuelta atrás.

Wesker se quitó los lentes, no dejaba de mirarte, hasta que se acomodó mejor en su silla, sentándose recto.

—¿Por qué no?

Resident Evil |One Shots|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora