Alone (Scorpius Malfoy) Traidora Temp 2

Capítulo 13

Alice:

- ¡Ey! ¡Algodón de azúcar! - gritaron a mi espalda

Pongo los ojos en blanco y aprieto bien el libro de Encantamientos que tengo entre las manos antes de voltear a verlo.

- ¿Tanto te cuesta llamarme por mi
nombre? Alice... me llamo Alice - vocalicé mi nombre letra por letra, como si fuera un niño pequeño al que le estuviese enseñando a hablar.

Por su parte, echó la cabeza hacia atrás y rompió a reír, consiguiendo que su risa rebotara en todas las paredes del vestíbulo y en sitios en los que no debería, como en mi pecho.

- Si lo hiciera, sería como los demás, y a mí me gusta ser único... y a ti te gusta que sea único - dijo con una sonrisa ladeada y guiñando uno de sus ojos

-   ¿No deberías estar desayunando con el resto del equipo o haciendo alguna de sus "tradiciones para la suerte"? - pregunté sin mucho interés

-   Pues sí, debería - afirmó - pero una pequeña chica rubia me tiene muy distraído...

Su mirada era demasiado intensa y sus ojos estaban incluso más oscuro que lo normal, sí es que eso era posible.

-   Quería asegurarme que irías al partido - habló metiendo sus manos en los bolsillos del pantalón de su uniforme del equipo de Gryffindor - Pero algo me dice que no lo harás

-   Pues tu instinto está en lo correcto - respondí

-   ¿Que puedo hacer para convencerte, algodón de azúcar?  - preguntó avanzando hacia mí, y yo retrocedí como respuesta, hasta que me tuvo arrinconada contra la pared

-   Tengo que estudiar - contesté tratando de controlar los temblores de mis piernas

-   No ha pasado ni una semana desde que regresamos de vacaciones

-   Este año tengo los TIMO - me volví a excusar

-   Y yo los EXTASIS, y aquí estoy... créeme que tengo que estudiar muchísimo más que tú - contestó de manera obvia

-   Yo no soy tan irresponsable como tú - sus ojos se abrieron con sorpresa y las comisuras de su boca se elevaron de forma malévola - Lo siento... - terminé susurrando bajando la cabeza

Él me sujetó del mentón y me instó a observarlo.

-   Nunca bajes la cabeza - murmuró - Y no te disculpes por decir lo que piensas

-   James... - susurré

Estaba demasiado cerca, podía oler su fragancia, una mezcla de chocolate y canela, incluso olía bien.

¿Acaso James Potter podía tener algún defecto visible?

-   Estás temblando... - Volvió a murmurar y se acercó aún más, hasta que su aliento chocó contra mi oreja - ¿Te pongo nerviosa, algondoncito?

Sentí el calor acumularse en mis mejillas y aparte a James colocando mis manos en su pecho.

Él no pudo resistencia y sonrió con picardía.

-   Como veo que estás convencida no cederé con lo del partido - dijo y le agradecí - pero te espero cuando termine, el equipo quiere ir a Hogsmeade a celebrar

-   ¿A celebrar qué? - pregunté un poco perdida

-   La victoria- respondió con seguridad

-   ¿El juego ni siquiera ha comenzado y ya tienes por seguro que vas a ganar? - pregunté con burla - Que creído por tu parte