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Dos horas. Ese es el tiempo que ha pasado desde que rompiste con tu pareja de toda la vida. Dos años que desperdiciaste. Los dos se habían mantenido juntos en los buenos y malos momentos. Demonios, cuando te aceptaban en la universidad a quinientas millas de distancia, te apoyaba de principio a fin. Pero habían cambiado a lo largo de los años, y no del todo para bien. Entonces, cuando finalmente dejaste caer la pelota y admitiste que ya no eran buenos para ti... Se acabó.
Luego, para colmo, soltaste la bomba: estás enamorada de un hombre diferente.
No se habían tomado bien la ruptura, como lo haría cualquier inmaduro veinteañero. Lanzaron un ataque en medio de tu apartamento, la culpa te hizo tropezar sin fin. Y funcionó. Casi los devolviste en el acto hasta que tu mejor amigo, Kyle Spencer, salvó el día. Tu superhéroe en jeans ajustados.
Entonces, estuviste acostada en el sofá durante esas dos horas ahogándote en libros de texto y trabajos universitarios. Estabas casi al final cuando Kyle salió de su Target-run haciendo cabriolas en la sala de estar de tu apartamento "compartido". Como siempre, rápidamente te hizo reír con su risa estúpida y linda y sus toques casualmente sexys. Aparentemente estaba delirando con sus costumbres, pero en el fondo, sabías que no lo estaba.
Incluso desde que ustedes dos eran niños, él sabía cómo tratarte. Durante Katrina, se mudó con Dios sabe quién, el mejor amigo del vecino de un primo, y se aseguró de que tuvieras un lugar para quedarte allí. Cuando tu amor de secundaria te dejó para llevar a Abby Ziegler al Snowball Formal, supo exactamente qué hacer. E incluso cuando él mismo te rompía el corazón, aunque rara vez, sabía qué hacer.
"¿Kentucky?" Preguntaste tímidamente, mirando al chico que jugaba videojuegos. Podías sentir tu corazón acelerarse, casi como si estuviera en tu garganta. Te preguntaste si Kyle podría oírlo... Sentiste que tus mejillas se sonrojaban mientras te miraba. "Rompí con mi novio hoy".
Dejó el controlador inmediatamente, con una expresión de asombro en su rostro. Sus ojos se entrecerraron rápidamente con sospecha. "¿qué? T/N... ¿Estás bien? ¿Te lastimaron? ¿Lo lastimaste? ¿Cómo se lo tomo? ¿Es por eso que estás molesta?"
"Kyle, estoy... no estoy bien, pero estoy bien. Rompió esa lámpara que compraste para la casa", señalaste una bolsa de basura negra en la esquina de la habitación. "lo tiró".
La ira se apoderó de las facciones de kyle cuando se dio cuenta de que te la había arrojado. Suspiró en voz alta, en un intento de reprimir su ira. Agarraste su muñeca mientras inclinaba su cabeza hacia atrás.
"Por favor, dime que no es lo que pienso, nena".
Te quedaste en silencio por un momento. "Kyle, había alguien más".
Su ira se calmó por un momento mientras se levantaba. "¿Hay alguien más?"
"Hay alguien más".
Le tomó un momento procesar lo que estaba sucediendo, y antes de que cualquiera de ustedes se diera cuenta, sus labios se presionaron contra los suyos en un beso sorprendentemente apasionado. Fuiste el primero en alejarte, áspero por el fuerte agarre de Kyle contra tu muñeca.
