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—¿Se te quedó algo ayer?, o ¿estabas aburrido en tu maldita casa?, si ese es el caso me voy—

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—¿Se te quedó algo ayer?, o ¿estabas aburrido en tu maldita casa?, si ese es el caso me voy—. El peliverde se apartó del azabache y empezó a caminar en dirección a un bar.

—Espera—. el peliverde no pudo continuar debido a que la mano del azabache lo detuvo.

—¿Que quieres?—. Dijo el peliverde mientras se soltaba de la mano del pelinegro con algo de brusquedad.

—Tenemos que hablar—. Respondió el azabache, acercándose al peliverde.

—Yo no tengo nada de que hablar contigo, mucho menos te conozco bien, ahora si me permites, me voy—. Zoro se volvió a dar la media vuelta para seguir su camino, pero delante de él se encontraba un hermoso auto deportivo, que le estaba estorbando el paso, el auto se encontraba tapando gran parte de la salida de la U, era un auto de color rojo muy llamativo y traía los vidrios polarizados, Zoro sabia algo de marcas de autos, debido a que su papá tiene un amigo que le encantaban los autos, en especial los deportivos, y cuando era chico iban seguido a la casa del amigo pelirrojo de su papá, casi siempre que iban el pelirrojo los llevaba a su cochera y les mostraba todos sus autos y le decía el nombre de cada uno. Zoro podía decir que era un camaro, muy hermoso la verdad, pero no tenía tiempo de quedarse a mirar un auto que solo le estorbaba el paso, quiso seguir caminado pero antes de dar un paso más, lo agarraron de la mano, dándole media vuelta, y empujándolo hacia la puerta del auto que se encontraba cerrada, quedando este acorralado por el auto y por el azabache. —¿Que mierda?—.

—Tranquilo, solo quiero hablar contigo bebé—.

—Yo no quiero hablar contigo, ¿no lo entiendes?, no te conozco, tampoco te quiero conocer, así que suéltame, si no quieres que te llegue un rodillazo en los huevos otra vez—.

—Está vez no te dejaré hacerlo—. El azabache comenzó a acercarse más al peliverde, presionándolo contra el auto, dejándolo casi inmóvil por la presión que hacia el azabache, era tanta la presión que hacia, que podía sentir como sus miembros rozaban, el azabache colocó una de sus piernas entremedio de las piernas del peliverde para más comodidad, esta vez Luffy tenía sus dos manos contra las manos del peliverde, estaba atrapado, no tenía como liberarse, se estaba poniendo tenso, "Tiene una fuerza brutal, no puedo ni moverme, mierdaa, no quiero ser violado aún, soy muy joven, tengo una vida por delante, hijo de puta, me las vas a pagar Monkey D. Luffy, recordaré tu nombre". —Relájate bebe, no te voy a hacer nada, solo quiero hablar contigo—.

—¡Suéltame maldito!, ¿¿sabes que esto es acoso??, ya se, voy a gritar hasta que alguien venga a ayudarme, así te llevan arrestado, y yo soy feliz—.

—No lo hagas más difícil...—.

—Jodete enfermo, AAYUUDAAA, QUE ALGUIEN ME AYUDE POR FAVOR, ME ESTÁN SECUESTRANDOO—.

—Zoro...—.

—AYUDAAAA, POR FAVORR—.

—Si que gritas fuerte nena...—.

COMPLICADO (LuZo) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora