Capítulo 2: El aroma del destino

2.5K 413 237
                                    

Para muchos, ser un alfa era una bendición en todos los sentidos de la palabra. Siendo alfa te posicionabas en lo más alto de la jerarquía social, los lujos y empleos con salarios jugosos estaban siempre a la orden del día al igual que los betas y omegas ideales que cualquier alfa podría desear. Desde el punto de vista de cualquiera, ser alfa significaba tenerlo todo asegurado. Sin embargo, esa creencia no formaba parte de los principios de Pablo Páez Gavira, quién consideraba que ser un alfa era de hecho, lo más tedioso que podría existir en su vida.

Si le hubiesen dado a escoger su casta, sin pensarlo dos veces habría elegido ser un beta, pues de esa forma no tendría que preocuparse innecesariamente y se ahorraría la molesta tarea de ser presionado por su familia a seguir las estúpidas normativas que le habían inculcado desde pequeño con tal de hacerle encajar en los estándares sociales que según sus padres eran los ideales.

A sus dieciocho años, para Gavi no era un problema que su cuerpo y estilo de vida no encajaran con los estándares esperados por sus padres. A su corta y joven edad Gavi seguía siendo relativamente pequeño y de contextura media, sus músculos no tan marcados y su aroma quizás un poco más suave que el de un alfa promedio. Se podría considerar que Gavi como alfa, era la excepción a la norma y para desgracia de sus padres, a Gavi no le interesaba ser el Ceo de una gran compañía, o tomar el negocio familiar y continuar con la descendencia de su extenso linaje de élite.

Al contrario, Pablo Gavi se consideraba a sí mismo un chico sencillo que disfrutaba de jugar al fútbol con sus amigos. Gracias a su inminente talento había sido fichado desde una temprana edad por uno de los clubes más importantes de su país. Es por eso que desde muy pequeño Gavi había decidido que le dedicaría su vida a su pasión por dicho deporte y no a lo que esperaban sus padres de él para cuando lograra su mayoría de edad. 

Por otra parte, tampoco es como si no estuviese interesado en la familia o en conocer a su futura pareja omega, simplemente mantenía su principio de que todo llega en su momento, y siendole fiel a su creencia, sabía que tarde o temprano llegaría ese omega por el que estaría dispuesto a darlo todo. Pero mientras eso no sucediera, disfrutaría de su juventud haciendo lo que más adora en el club de sus sueños.

Según sus padres, Gavi se estaba convirtiendo en un peligro para el futuro de su familia. Si bien estaban orgullosos de su hijo, en su familia existían tradiciones que debían ser estrictamente cumplidas como una familia de élite en las posiciones más altas de la jerarquía Española. Es por ello que constantemente le arreglaban encuentros con el objetivo de que su hijo mayor se comprometiera con alguna de las posibles parejas omegas que cuidadosamente habían enlistado para él.

La insistencia de sus padres estaba llevando su paciencia al límite y ese día no fue la excepción. Gavi revolvió sus cabellos castaños con furia ante la quinta vez que su teléfono móvil sonó, mostrando el nombre de su madre iluminando la pantalla.

― ¡Joder, estoy a una llamada de volverme loco!

Exclamó ya al borde de la desesperación, tomando el dispositivo con furia y lanzándolo en su cama, perdiéndose entre su bruma de almohadas y cobijas sin ordenar.

Pedri, quién se encontraba recostado en la cama de su mejor amigo, apartó la vista del libro que hasta el momento estaba leyendo para tomar el teléfono que cayó cerca de sus pies, se tomó la libertad de echarle un ojo a los insistentes mensajes de texto de la madre de Gavi.

― ¿No habíamos visto el rostro de este chico hace algunas semanas atrás?

Preguntó con curiosidad Pedri, quien miraba atentamente el perfil y los datos del omega que había elegido la madre de Gavi para su cita de esa tarde.

―Se trata del hermano gemelo de la chica de la otra vez.

Respondió Gavi a regañadientes antes de retomar lo que estaba haciendo, preparando su bolsa deportiva para su sesión de entrenamiento. Por supuesto no tenía planeado ir a la dichosa cita.

Un encuentro inesperado en Barcelona (Gavi x Lewandowski | FC Barcelona)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora