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Eran las 9 de la noche y los invitados ya se estaban yendo. Martina se quedó dormida sobre los brazos de Guesung, quien subió a su habitación y la dejó durmiendo ahí.

Tanto como sus amigos del club y familiares estaban retirándose.

-Realmente puedo ayudar a limpiar, en serio, no tengo problema-habló Guesung hacia su amigo, quien se negaba completamente a que hiciera algo respeto al desastre que habían hecho los invitados.

Son iba a hablar, pero una voz atrás suyo lo interrumpió tomando con una de sus manos la cintura del coreano.

-No. Ya te podes ir.

-Pero, en serio...

-Guesung, ya, dije que no. Lo haremos nosotros, gracias igualmente-interrumpió heungmin-ahora ve a tu casa, debes descansar, apuesto que no dormiste nada.

-Mmh, esta bien. Pero si necesitan ayuda pueden llamarme, ¿si?

Heungmin asintió, pero Cuti no.

En el que menos iba a pensar Cristian en pedir ayuda era a ese pibe.

Heungmin abrazo suavemente el cuerpo de su contrario y beso su mejilla para despedirse-Chao, nos vemos luego. Descansa.

-Igualmente para los dos, chauu.

Y se retiró. Heungmin iba a escapar sin cruzar miradas con el cordobés, antes de que éste diga algo sobre lo sucedido hoy. Pero antes de que el mayor pudiera hacerlo, el morocho tomó su cintura con fuerza, apegando la espalda contraria sobre su pecho.

Apoyo su mentón sobre el hombro izquierdo de Son y escabullo sus manos bajo la camiseta de éste, acariciando su piel con la yema de sus dedos haciendo que temblará y posicionará sus manos por encima de las suyas.

Son suspiro pesado al sentir los besos húmedos sobre su nuca, cerró sus ojos y se dejó llevar hasta sentir su espalda golpear bruscamente contra la pared cerca de la puerta.

-Tus actitudes con ese culia'o no me gustaron para nada, Son-dijo, mirando los labios rosados del contrario mientras sus manos se posaban nuevamente sobre su cintura dando un pequeño apretón sobre ésta.

El coreano soltó un quejido ante el apretón sobre su cintura, mordió su labio sin decir nada y llevó su mirada hacia abajo. Cristian tomó su mandíbula con brusquedad para mirarlo mejor a los ojos.

-Mírame cuando te hablo.

El de ojos rasgados lo miró, pudo notar la mirada penetrante del morocho.

¿Estaba mal decir que le gustaba cuando Cristian actuaba así?

***

Heungmin no sabía como habían terminado así; estar acorralado contra la pared fría de su habitación, sus manos intentando sostener su peso mientras que un gran brazo lleno de tatuajes sostenía su cintura y su otra mano tapando su boca.

Sintiéndo como lo martillaban por atrás como un martillo neumatico que no tenía intención de parar.

El sudor caía por su frente, estaba agitado, sentía como su remera era sujetada por la mano en su cintura con brusquedad.

Tenía la boca de Cristian sobre su cuello, besando y marcando como si de una bestia y su presa se tratase.

La mano sobre su boca evitó que soltara los jadeos que provocaba cada brusca embestida. El aire le faltaba y su vista estaba nublada.

« 𝗻𝗲𝘄 𝗽𝗮𝗿𝗲𝗻𝘁𝘀 » || cutisonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora