Secrets

Just The Way You Are

—¡Tori!— gritó su hermana entrando a la habitación.

—¡¿Qué..que...que pasa?!—

—Nos vamos en diez minutos—

—No... Jade va a llevarme— dijo volviendo a taparse con su manta.

—Noup, hoy te toca conmigo hermanita, quiero que hablemos de algo—

—¿No puede ser luego?—

—No...es sobre...—

Esa mañana Jade se despertó un poco antes de tiempo así que decidió darse una ducha y vestirse, se puso sus pantaletas y unas medias de red, sabía que a Tori le gustaba jugar con ellas y jamás se lo diría, pero a ella le encantaba cuando rozaba su piel tan delicadamente, por lo mismo se puso una falda que sabía resaltaba sus piernas y su trasero, y una camiseta negra ceñida que resaltaba sus demás atributos, a demás de una camisa de cuadros que le había robado a Tori sin que se diera cuenta, al terminar su rutina, aún tenía una hora antes de tener que ir por la morena, ya desayunaría en la escuela, o simplemente compraría un café.

Así que decidió guardar las fotos de la noche anterior, apenas abrió la memoria en su computadora revisó una por una de las fotografías y comenzó a guardarlas en distintas carpetas, muchas eran solo paisajes nocturnos que usaría para inspirar sus próximos proyectos, sin embargo las últimas no, esas terminaron en una carpeta en especial "Tor" era su nombre, allí había solo fotografías que había tomado de la morena cuando no prestaba atención, algunas otras con ella mirando directamente a la camara, en otras tonteaba o hacía una cara graciosa, desde que habían comenzado a verse, incluso antes de comenzar a salir, Tori se había convertido en su única y favorita modelo, muchas esas fotos tenían una copia que había editado tratando de resaltar aún más la belleza de su novia, por último agregó aquella en la que se besaban, no pudo evitar detallarla, aún con sus labios unidos a los de la mitad-latina, se podía identificar una pequeña sonrisa en su propio rostro y una completa felicidad en el de su contraria, en contra de su naturaleza con un par de clicks la estableció cómo fondo de pantalla en su computadora, luego escuchó el tono distintivo que reproducía su teléfono cuando ella la llamaba.

—Hola bebé, ya iba a salir de mi casa—

—De hecho... hoy voy a ir con Trina—

—Oh ¿de verdad?—

—Si, perdón por hacerte levantar antes pero... por una vez, creo que es algo serio—

—No importa, te veo más tarde entonces—

—Seguro, te quiero Jade—

—Y yo a tí bebé— se despidió.

Soltó un suspiro en su silla y echó la cabeza hacia atrás, estaba algo decepcionada y era estúpido, ella misma era estúpida por sentirse así solo por no llevarla a la escuela, decidió que lo mejor era comer algo para soportar un poco más la mañana.

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—Hola chica— saludó el moreno.

—¿Que hay hermano?— respondió la mitad-latina usando su voz generica de hombre.

—Meh, todo igual—

—Me habías dicho que ibas a salir con una chica ¿qué pasó?—

—Nada, fué una buena cita, nos divertimos, comimos, todo bien hasta ahí—

—Pero—

—Pero, no sé, no nos entendimos de esa manera—

—Oh que mal—