Secrets

Justo lo que faltaba

Habiendo tenido un poco de ventaja, Tori había corrido directo hacia la biblioteca, el armario del conserje no era opción, sería el primer lugar que Jade revisaría, incluso había esperado a que sonara el timbre para salir sigilosamente del lugar, ya se había rendido con respecto a ir a su última clase, lo único que quería era esperar a que las clases terminaran y que André la llevara su casa, ya le había pedido el favor por mensaje.

Faltando apenas diez minutos para que terminaran las clases, Tori había decido dejar su escondite e ir al baño cuidando de no encontrarse a su novia por los pasillos. De nada le sirvió tanta precaución, cuando salió del baño, Jade ya la esperaba justo frente a la puerta recostada en el lateral de las escaleras centrales del pasillo.

—Hola Vega—

—...Hola mami— respondió llena de nervios.

—¿Quien diría que incluso faltarías a clase?—

Sin decir una palabra, Tori comenzó a moverse muy lentamente hacia el pasillo.

—Si fuera tu me quedaba quieta— sugirió la gótica jugando con sus tijeras.

—Vamos Jade, no es para tanto, a demás, no me harías daño realmente...¿cierto?—

Con su usual sonrisa ladina, Jade se acercó a su novia y le tomó el rostro.

—Cierto... al menos no directamente, pero recuerdo algunos pósters de Katy Perry, cd's, y una figura bastante costosa de Black Widow que pueden pagar el precio—

—Ni te atreverías—

—¿Quien sabe? yo pensé que tu no te atreverías a contarle a alguien lo que pasó ese día—

En ese momento Tori se quedó sin nada para decir, era cierto, había sido la única cosa que Jade le pidió mantener en secreto desde que comenzaron a salir oficialmente...y ella se lo había contado a Camila.

—Ok, tienes razón, lo siento mami, no creo que ayude, pero se lo conté para hacerle entender que no eres solo una chica loca y celosa, también tienes un lado dulce y romántico—

—No, no ayuda— respondió con toda frialdad la gótica —jamas me describas de esa manera a alguien más, tengo una reputación Vega— mostrando nuevamente su sensual sonrisa de siempre, Jade la miró a los ojos —al menos fué a Camila y no a la boca suelta de tu hermana o Cat—

—Se lo dije a ella porque sé que guardará el secreto—

—Bien— antes de que Tori pudiera decir cualquier otra cosa, Jade la tomó del brazo y la arrastró fuera de la escuela.

—Oye, espera...¿a dónde vamos?—

—A mi casa, vas pagar por contarle eso a Camila—

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—Bueno, mamá no está contenta de que escapara de la escuela, pero se encargará de decirle a papá que voy a pasar la noche aquí— comentó la mitad-latina apenas colgó su teléfono.

—No entiendo por qué tu mamá va a hablar con él—

—Son cómo mejores amigos, ya no están juntos, pero son familia, y luego de tantos años, si alguien puede convencer a papá de que no venga con la sirena encendida y derribe tu puerta principal, es ella— explicó girando se para enfrentar a su novia, amabas aún cubiertas únicamente por las sábanas color gris —por cierto, André me escribió para decir que Cami les contó cómo se conocieron las dos y que nos esperaban en el Nozu hace una hora—

—Bien, mejor no haber ido—

—Vamos Jade, son nuestros amigos—

—¿De verdad preferirías estar allá escuchando a Robbie lloriquear por quién sabe cuánto? ¿o prefieres cerrar la boca seguir en lo que estábamos?—