Secrets

Cinco Días

Cinco días, era el mayor tiempo que tenían sin hablar desde que comenzaron a salir, no habían tenido un pleito grande hasta ahora, aunque Tori no sabía si realmente contaba cómo pleito, lo que si sabía es que hace cinco días Jade no le hablaba, no respondía sus mensajes ni sus llamadas y cuando trataba de hablarle en la escuela esta simplemente se alejaba a paso firme.

-Volvi- saludó a quien estuviera en la casa al cruzar la puerta.

En su sala, estaban Camila, su papá, su mamá y Gary.

-Hola cariño ¿que tal la escuela?-

-Bien-

-¿Jade sigue molesta?- preguntó la cantante.

-Creo que incluso más que antes- soltó un suspiro y se sentó junto a Camila en el sillón -¿que hacen todos aquí?-

-Tu mamá dijo que haría ropa vieja para mí-

-Claro, haces una película para Amazon y eres la favorita de la casa- fingió quejarse la menor.

-Obvio-

Tori se limitó a torcer los ojos y darle un suave manotazo en la pierna. Luego se levantó de nuevo, tomó su bolso y se fué a su cuarto, aprovechó el tramo de escaleras y nuevamente le envió un mensaje a su novia... eso si aún era su novia.

Entró en su cuarto y se arrojó a la cama, había tenido una clase muy movida con Sikowitz, luego clase de coreografía y para rematar tuvo que perseguir a Jade un rato intentando hablar con ella, cosa que tampoco funcionó y honestamente; comenzaba a molestarla '¿Podrías madurar y hablar conmigo?'. Fué lo que terminó por enviar, luego rodó sobre su cama y se acomodó para dormir un poco.

Por otro lado, en casa, Jade no podía parar de repasar aquel guión, era perfecto, una maldita obra de arte que causaría pesadillas a cualquiera si llegara a la gran pantalla, y no lo había escrito ella, cuando finalmente lo terminó se estiró y relajó un poco en su silla, luego notó que el pequeño LED de su teléfono parpadeaba, o sea que tenía un mensaje, lo tomó y revisó de quién podría ser.

-¿Que madure?- preguntó a nadie con el ceño fruncido.

Dando pasos firmes tomó su bolso, llaves y aquel guión que llevaba examinando toda la semana.

Condujo lo más rápido que pudo sin que la policía la detuviera y detuvo su auto en frente de la casa de Tori, tomó sus cosas del asiento del copiloto y caminó directamente al lateral de la casa, trepó el árbol que daba a la ventana de la morena y para su fortuna, no tenía seguro puesto, encontró a su novia/víctima muy tranquila roncando suavemente así que lo mejor que pudo hacer fue saltar sobre la cama para quedar a horcajadas sobre ella y finalmente tomar una de las almohadas y golpearle el rostro.

Cómo esperaba, Tori prácticamente brincó terminando sentada sobre su cama con Jade sobre ella

-¿Jade?-

-¡¿Que madure?! ¡¿de verdad?! ¡¿según tú soy inmadura?!-

El cerebro medio dormido de Tori le tomó un minuto procesarlo, pero cuando lo logró frunció el ceño y a pesar de estar algo molesta con Jade, llevó sus manos a la cadera de la gótica.

-Si, lo eres, rayos Jade, sé que no te gusta que te oculten cosas ¡pero ignorame por una semana es exagerado hasta para ti!-

La azabache no respondió nada, simplemente frunció el ceño repasó la última semana y efectivamente había discutido con Tori por ocultarle algo tan grande como Shelby Marx, aunque en realidad lo había olvidado rápidamente gracias al guión que estaba en su bolso, así que entendía porque Tori pensaba eso, y sabía que era su culpa, pero era Jade y jamás admitiría eso a la primera, aunque culpara la morena no tendría sentido, así que hizo lo siguien más lógico.