Capítulo 5

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Sage reconoció todo lo que estaba en el cuarto, entendió lo que estaba pasando ya que es algo que solo ella sabía. Salió del cuarto y empezó a caminar a paso rápido. No le importaba si era atrapada, de hecho para ella sería un gran favor. Unos soldados detectaron su presencia.

–Detente impostora. –dijo uno. Y Sage levantó las manos –señorita Viper tenemos a la impostora.

Viper estaba en su laboratorio personal haciendo experimentos. Se quitó la bata y se ajustó la máscara.

–muy bien, traiganla. –ordenó mientras salía de su laboratorio rápidamente.

Los soldados la atraparon y se la llevaron. La mujer no se resistió. En su interior estaba la adrenalina y una pizca de incertidumbre. Pero quería saber qué había pasado en esa dimensión. Tenía el presentimiento de que algo había ocurrido así que estaba dispuesta a averiguarlo. Los soldados llegaron a donde sería el punto de reunión, un cuarto donde estaba la mesa de junta. Ahí estaba Viper y Fade esperándola.

–Bienvenida, Sage. –dijo la científica. –te estábamos esperando. Póngala en una silla.

–y así lo hicieron.

–¿Qué pretenden ustedes? –Sage les lanzó una mirada acusadora.

–supongo qué ya lo sabes, ¿no? –respondió la controladora.

Unos fuertes pasos se escuchaban acercándose desde lejos. Todos reconocieron el ruido. Era la emperatriz acercándose. Estaba lista. Abrió las puertas violentamente y observó el escenario.

–yo también quiero divertirme. –dijo con una sonrisa. –estoy hambrienta. –se lamió los labios.

Sage la observó y sintió un dolor.

–Reyna....

La duelista la miró fríamente llena de petulancia. La centinela estaba dolida pero no quiso mostrarlo.

–liberen a Reyna.. y yo me uno a ustedes.. –dijo Sage mirándola a Fade.

–No necesito que me liberes cariño. No necesito de una humana patética. –dijo Reyna acercándose a ella enfureciendose.

Fade hizo un chasquido con sus dedos y detuvo a Reyna con unas sombras que salieron del suelo.

–!hija de..p!

–¡déjala en paz! –gritó preocupada la asiática. –por favor, déjenla, sé que me quieren por una razón. Pero por favor, a cambio déjenla.

–¡callate! –le gritó Reyna. –¡tú....! Eres lo que más odio. –forcejeaba con los fenómenos raros de Fade qué la tenían agarrada.

Sage la ignoraba, sin embargo aquellas palabras llenas de un odio intratable eran difíciles de asimilar.

–No me importa..–dijo con una voz ronca volteando a verla intentando hacer una sonrisa. Sus ojos empezaron a brillar. –quiero demostrarte una vez Reyna, que puedo ser tu mejor guardián.

–¡Ay! ¡Qué lindas! –dijo Viper fingiendo ternura. –ugh, me repugnan. Llevensela.

–¡no! ¡Viper!

–No seas ingenua estúpida. ¿realmente creíste qué contigo sería suficiente? Tu poder es tan impresionante qué puede ser un arma, Sage. Pero Reyna ya es de nosotros. Y pronto lo serás tú también.

Los soldados escoltaron a Sage. Antes de irse, miró por última vez a Reyna quien seguía sometida a los poderes de Fade. No esperaba que ver a su compañera en ese estado le dolería mucho. 

–Perdóname Reyna. –en su voz se notó la tristeza y una lágrima salía.

Al ver ese rostro dolido, Reyna sonrió pero dentro de ella, sintió un hormigueo. Fade la liberó por fin.

–por cierto, si quieres saciar tu poder, afuera hay mucho de lo que puedas disfrutar. –dijo Viper mirando a Reyna y fue hacia donde había ido la centinela.

Destino (Reyna x Sage)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora