No Soy lo que Mereces (Gay)

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La verdad nunca hemos hablado de dónde él se quedará, quizás eso le angustia, debe ser eso, cómo soy tan estúpido, es obvio, tiene que arrendar un lugar, tiene que amueblarlo, comer, pagar gastos básicos, como es que nunca los hemos conversado. En mi caso, tengo los gastos pagados, su hermana Kary aún está en la preparatoria, para sus padres es doble gasto, no creo que puedan con todo, quizás Tai esta pensando en buscar un trabajo. Son tantas cosas. ¿Y si lo invito a vivir conmigo?, ¿Le parecerá muy extraño?, quizás se sienta un poco ahogado y quiera mas distancia, pero si yo le gusto, y él a mi, creo que sería genial, me gusta la idea, como mierda no lo pensé antes, se lo plantearé, espera Tai, primero que nada, bajé a hablar con mi madre.

— ¿Madre?

— ¿Mmhh?

— Eh, no se como decirte esto...

— Sólo dilo Matt.

— Bueno, el próximo año Tai y yo entraremos a la universidad.

— Lo sé.

— Bueno, es que siento a Tai un poco indeciso.

— ¿Por qué dices eso?

— Anda como distraído y preocupado por algo.

— ¿Y tú que piensas que sea?

— Pienso que quizás sea por que su  hermana también está estudiando, y su familia tiene muchos gastos, además tienen a Agumon, para sus padres sería super duro pagar todo.

— ¿Qué estas pensando Matt?

— Estaba pensando en pedirle... que se vaya al departamento conmigo (cierro y aprieto los ojos esperando su respuesta).

— Ya veía para donde iba esta conversación. Mira cariño, si bien ustedes son jóvenes, ya son mayores de edad y pueden tomar sus propias decisiones.

— Pero, ¿Tú crees que sea una buena idea?

— Creo que de una u otra forma el estar tanto tiempo juntos sin mucho espacio, les puede jugar en contra pero como te dije, son dueños de sus propias decisiones, así que por mi no hay problema.

— Gracias madre, creo que sí, tenemos una buena amistad y la verdad siento que el estar juntos, será una buena idea, mañana iré a su casa y se lo plantearé, a ver si se le quita un poco el estrés.   

Al día siguiente a las 10:30 a.m., le mandé un mensaje de texto:

- ¡Buen día! ¿Cómo dormiste?, ¿Soñaste conmigo?

- Hola Matt. Claro que soñé contigo.

- ¿Estarás en tu casa hoy?

- Sí, mis padres irán con mis abuelos, así que les dije que tenía que estudiar y me dejaron quedarme.

- ¿Te puedo ir a ver?

- Claro, mi mentira no tenía otro fin, quiero estar contigo, te aviso cuando se hayan ido.

- Ok, te veo al rato

- Te espero.  

Tai

A las doce de la tarde, mis padres por fin deciden irse, me dicen que volverán después de las nueve de la noche, porque también se quedaran a cenar con los abuelos. Le marco a Matt para que venga, antes de que pasen diez minutos ya está en casa. Pido pizza y almorzamos juntos, mientras comemos, no hablamos mucho, lo que es raro en él ya que siempre tiene algo que contarme, lo veo muy pensativo, la verdad es que yo estoy igual, no entiendo porque la idea sigue estando en mi cabeza, quiero desaparecer estos pensamientos, pero ahí están, dando vueltas, después de un largo rato, Matt por fin rompe el silencio, tomando mi mano.

— Sé que estas angustiado Tai. - Abro los ojos como plato.

— Creo saber a qué se debe tu preocupación. - ¿Cómo puede saberlo? No hay forma.

— Sé que te preocupa como harás con los gastos cuando te vayas a mudar a la universidad.

— Matt. - Lo interrumpo.

— Espera, déjame seguir, te quiero proponer que te quedes conmigo, que vivamos juntos mientras estemos en la universidad.