¿Vale la pena? (Bakudeku)

De compras

𝙉𝙖𝙧𝙧𝙖𝙘𝙞ó𝙣 𝙙𝙚 𝙄𝙯𝙪𝙠𝙪

Pasarón varios días desde que Kacchan me besó. Desde ese día ya ni a los ojos nos podíamos ver, era muy incómodo.

No he podido olvidar ese beso, nunca creí que en mi vida iba a tener ese tipo de contacto físico con él. Fue muy extraño, mi mente solo piensa en eso y me siento confundido.

Cinco días después, All Might me llamó en privado para hablar conmigo, primero me preguntó cómo iba con el entrenamiento del One for all.

Después de conversar un rato llega Kacchan a la oficina en donde estaba con All Might, noté que puso una expresión de disgusto y se quedó parado en la puerta.

- Oh, joven Bakugo, ven y siéntate - dijo All Might.

- Como ya saben ambos han estado muy ocupados y estresados por las clases y tareas que tienen, así que... Aproveché una oportunidad para darles un descanso. Se que hoy tienen clases pero hablé con su profesor y el director y les dieron el día libre.

- ¿¡En serio All Might!? - dije emocionado.

- Si, joven Midoriya, pero hay una condición.

- ¿Cuál? - preguntó Kacchan.

- ¡Deben hacer unas compras por mi!

- ¿Compras? - los dos lo dijimos al mismo tiempo.

- Si, solo es un pequeño favor.

- Entonces, ¿nos estas usando para hacer unos mandandos, diciendo que es un descanso? - dijo Kacchan.

- Oigan muchachos, miren el lado bueno, les daré dinero extra para que lo gastén en lo que quieran.

- Tranquilo All Might, traeremos todo lo que necesites - le dije para no perder más tiempo y poder hacer el favor más rápido.

- Pero ¿¡por qué tengo que ir con este idiota!? - Kacchan otra vez gritando.

- He notado que ambos andan un poco distraídos y estresados, así que decidí darle a los dos un descanso, además son grandes amigos, hasta sabes lo del One for all. - lo dijo All Might con una gran sonrisa y levantando el pulgar.

- Lo sé porque lo deduje yo solo... - lo susurró.

Bueno después de hablar y discutir tanto, fuimos al centro comercial con el dinero y la lista de compras que nos dió All Might.

Luego de un rato, ya habíamos comprado todo lo de la lista, y nos quedó el dinero extra así que decidimos gastarlo en un almuerzo ya que teníamos hambre.

En todo el día no hablamos, ni nada hasta que, cuando ya casi nos ibamos, vi un lindo peluche de conejito verde. Me acerqué hasta dondé lo tenían y pregunté el precio.

- 20$ - dijo la vendedora.

Era justo lo que nos había quedado del cambio del almuerzo. Tenía los 20$ en mi bolsillo, pero no aguantaba las ganas de ir al baño, de seguro fue porque tomé mucha soda en el almuerzo, así que le dije a Kacchan que me esperara y sostuviera mi mochila, lo único que me dijo fue: Ok, pero apresurate.

Cuando regrese ya estaba sacando los 20$. Le dije a Kacchan que si quería me esperara afuera. Cuando me di cuenta de que el peluche ya no estaba, entré y le pregunte a la vendedora por él y me dijo que ya lo había vendido, eso me puso un poco triste, pero no importa, era solo un peluche.

- ¡Oye Deku, aún tengo tu mochila sabés! 

- Oh, ¡perdón Kacchan!

Kacchan me dijo que era muy tarde, así que quiso acompañarme hasta mi casa.

Cuando llegamos me iba a despedir de él, hasta que me dijo: cuando entres revisa tu mochila.

Luego se fue, sin decir nada más.

Cuando entre mi mamá me recibió con un gran abrazo. Después fui a mi habitación para irme a bañar, y luego bajar a cenar.

Pero antes quería saber que era lo que había en mi mochila. La empecé a abrir poco a poco, ya que no sabía si era un pequeña granada de Kacchan o algo así, como una broma.

Cerré los ojos esperando lo peor, hasta que noté que nada explotó, eso me alivio. Cuando vi era una bolsa de regalo blanca con dibujos pequeños de color verde. Aún pensé que era una broma, así que saque la bolsa con cuidado, y la abrí, otra vez esperando lo peor.

Cuando vi lo que tenía adentro me dejó atónito. Era el peluche de conejito que tanto quería.

Al principio pensé que lo había comprado con el dinero que nos quedó de las compras y el almuerzo. Pero recordé que yo tenía los 20$ en el bolsillo de mi pantalón. Revisé haber si aún los tenía, y sí, estaban en mi bolsillo.

Entonces, ¿¡Él gastó de su dinero para darme el peluche!? ¿No dejó que yo lo comprará para que contara como un regalo de él?