||Sin trucos Adrianne...||T2

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-¿Dónde estamos?. pregunté.

-En el monasterio de Agios en Albania, es un lugar muy lejano a toda la población, pero al parecer Aro dice que pueden estar aquí, lo cree ya que este lugar le pertenece, Adrianne tiene que estar aquí. - respondió. - Será fácil ubicarla, no hay mucha gente alrededor y como te diste cuenta al pasar por la ciudad, hubo algunos muertos.

-Están aquí. - respondió uno de los otros chicos.

Habíamos corrido mucho para llegar aquí, me sentía algo cansada, pero diría que podía con esto, peores cosas ya habían pasado, esto era pan comido, lo que me sorprendió de aquel lugar, era como se encontraba en la cumbre de una gran montaña, ¿Por qué ellos estaban aquí? Adrianne quería este lugar para meditar después de lo que hacía o qué?, tenía muchas preguntas, pero sabía que solo iban a ser respondidas una vez que la vea.

Mientras avanzamos, traté de disipar mi aroma, lo suficiente para no ser reconocida o algo, cuando pudimos acercarnos más, algo a gran velocidad nos azotó otra vez, podría decir que era una ventisca, pero no era de Adrianne, creo que era más bien la sombra de alguien que apareció en mitad de la noche.

-Son ustedes, creí que Aro iba a calmarse un poco.- respondió aquel señor de cabello negro.

Si lo observabas detenidamente, tenía facciones claras que podían aparentar como la de Aro, hasta el largo de su cabello era algo que llamo mi atención, sin contar de que seguro se trataba de Drako, aquel vampiro de 2000 años, se mantenía muy joven aún en aquella edad, por lo que llamo mi atención.

-No venimos a pelear, solo queremos hablar con Adrianne, es de suma urgencia.- acotó Alec.

-Adrianne esta ocupada ahora, no creo que pueda recibirlos. - masculló.

-Solo serán unos instantes, a Aro le importa eso.- dijo nuevamente.

-Aro....-susurró la mujer.

Aquella mujer apareció de la nada y se acercó a Drako, a su lado mientras tomaba su mano y con la otra se limpiaba lo que podía ser rastros de sangre, el aroma estaba inundando el lugar, aunque no lo pareciera.

Con aquella mano libre lanzo lo que parecía ser un cuchillo al suelo, aunque mas parecía una daga, a diferencia de Drako, ella era casi igual a Adrianne, tenía unas facciones muy marcadas como ella, hasta su larga cabellera negra la delataba, eran muy bien parecidas. Nos observo a todos, pero claro, mi capucha estaba algo más bajo de lo normal, por lo que no podía observarme del todo.

-Adrianne estará fascinada de jugar un poco más.- repitió Atenea.

-Insinúas que......-acotó Drako.

-Querido, vamos a divertirnos, Aro seguro quiere que Adrianne regrese y ella ha sido muy fuerte en su decisión, quiere calmar su ira y dolor un poco, no quiere algo que la involucre a los Vulturi

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-Querido, vamos a divertirnos, Aro seguro quiere que Adrianne regrese y ella ha sido muy fuerte en su decisión, quiere calmar su ira y dolor un poco, no quiere algo que la involucre a los Vulturi. - respondió. - Además, ¿Qué son unos reclutas mas de la guardia?, él puede conseguir más.

Verdadero amor - Jacob Black y tú (TEMPORADA2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora