Verdadero amor - Jacob Black y tú (TEMPORADA2)

||Lo lamento, pero tenía que ser así....||T2

Para esto Bella bajó de aquel lugar, extendió su mano, esperando a que él la tomará, pero por la vista de Edward, era notorio que él iba a aceptarla, no sabía que hacer en ese momento, Edward seguía ignorándonos en su totalidad, solo pude observar a Jacob. El no me creía del todo, pero aún así por mi llamado decidió acudir, se lo había pedido. No dejaría que lo lastime, por lo que levanté ambas manos, lo suficiente para lograr que una onda de energía golpeara el cuerpo de Bella, impactándola una vez más. Pero está fue astuta y logró salir de ello antes de impactarse, cuando ocurrió todo esto, Edward giró hasta donde estaba, con un rostro totalmente molesto, lleno de ira, como si el no dejara que nadie interrumpa su mágico momento. Al igual que Jacob, veíamos venir aquel golpe de su parte, pues Edward levantó una mano y vino corriendo en nuestra dirección, estaba lista para esto, aunque esta vez, Jacob se transformó, logrando llevarse consigo a Edward. Una pelea entre ellos no era buena opción, si es que el objetivo de Bella era que ambos se maten, no iba a dejarlos tampoco, antes de que pudiera intervenir, Edward lanzó a Jacob en mi dirección, por suerte pude ayudarlo a retener, pero cuando busqué a Edward, este estaba a lado de Bella, tomando su mano.

-Ella me convirtió en esto.- murmuró ella.- Me intercambio, pero todo esto salió mal para su amado lobo. Tienes que creerme.

-No la escuches, ella solo miente.- contesté.

-Es una trampa Edward, ella sigue siendo espía de los Vulturi, solo quiere acabar con todos, por lo que le hicieron.- afirmó.

Cada vez que ella solía decir algo, era una manera de poner a Edward en mi contra, pero no podía interferir por que iba a causarle daño a él mismo, necesitaba que estuviera lejos de esto, pero ahora, estando a lado de ella me era imposible. Jacob se acercó una vez más hasta donde yo estaba, como si fuera a defenderme a pesar de todo ello. El semblante de mi hermano era distinto, no reconocía aquella mirada, no era el mismo que yo conocía, se adelantó hasta donde estábamos y exhibió un poco sus colmillos.

-Si vas a defenderla Jacob Black, considérate muerto. - agregó. - Nadie va a tocar a Bella.

El lobo que tenía al frente mío solo se posiciono como si estuviera en una batalla, listo para ir a por él, no iban a detenerse a menos que uno de los dos cayera totalmente y si eso pasaba , no iba a ser muy bueno. Al menos para Bella le resultaba entretenido, para mi no, no podía interferir por que iba a dañarlos y no podía hacer eso, alguien se daría cuenta de que estaba aquí y no necesitaba a Theo y toda su gente ahora. Si Edward quería luchar de esa manera, ayudaría a Jacob, solo hasta que este me dejé el camino libre con Bella.

Edward vino otra vez a gran velocidad, me apoye de Jacob y ambos fuimos en su encuentro, me facilitaba mucho en los movimientos, ya que en estas ultimas semanas, Jacob había entrenado conmigo, iba a estar en la batalla a mi lado, fue una decisión para ambos. Ya que a mi otro extremo estaría Ethan y los necesitaba a os dos juntos de donde yo iba a estar. Aún así, Edward era un oponente fuerte, sobre todo por que conocía un poco nuestros movimientos, así que ya lo veía venir todo, aunque seguía sorprendiéndome la forma en la que él se alejaba de nuestra mirada y nos mostraba frialdad en aquel rostro suyo, los vampiros no tenían emociones tan notorias, pero el si parecía un muerto en vida, sin ninguna facción, cegado por la ira y el enojo. Luego de algunos golpes más, me escape de ambos, Bella parecía entretenida en la pelea, por lo que no me vio venir. A decir verdad, había entrenado, no parecía aquella débil humana de la que todos nos reíamos por que era muy torpe. Se defendió como pudo, todo iba bien, hasta que Edward notó mi ausencia, tenía a Bella entre mis manos, a punto de arrancarle algún brazo, cuando Edward llegó y de un solo golpe logró que yo cayera en el extremo de otro árbol. Se aseguró de ver si ella estaba bien, pero aún así eso no me importo, volví a levantarme, acomodé un poco mi hombro, pues sentía que este tuvo un golpe totalmente terrible, pero ni eso iba a detenerme.