CAPÍTULO XVI

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Las vacaciones de Navidad habían terminado antes de que Seth se diera cuenta de ellos. Actualmente estaban a día 4 de Enero y en tres días sería el momento más importante de su corta vida, por fin averiguaria a que clase pertenecía; desde que leyó el libro era algo que no podía salir de su mente, le daba igual ser de cualquier clase, o de casi cualquiera, Seth no quería ser Muerte, cualquiera menos Muerte.

Era, sin lugar a dudas, la peor de todas, la más aterradora, y la que condicionaba toda tu vida. Siendo Muerte tendría que irse de Hogwart, recluirse y aprender a dominar sus habilidades a la perfección para no dañar a nadie, algo que según el libro llevaba unos veinte años de mínimo.

Hacía horas que se habían ido del número 12 de Grimmauld Place, los mellizos estaban un poco tristes por la partida de los adolescentes (menos por la de Ron Weasley) ya que ahora tendrían que estar solos después de llegar de la escuela, aunque Sirius les intentaría hacer compañía.

Tanto Khione como Luke se habían despedido de ellos antes de marcharse a sus respectivos trabajos, o mejor dicho, a la reunió de Los Ocultos y Luke a su trabajo, que estaba de guardia.

El último en despedirse de Seth fue Sirius, quien se veia algo nervioso antes de llevar al chico a la cocina para hablar con el en privado.

—Se que no me has perdonado por completo — empezó a hablar el hombre y Seth casi lo contradice, antes de darse cuenta que era cierto, había pasado mucho tiempo con Sirius, le caía bien y mentiría si dijera que no le ha cogido cariño, pero un poco de rencor todavía quedaba— Pero me gustaría seguir hablando contigo, si te parece bien, claro está

—Claro— hace unos días ni de coña habría dicho eso, aunque estaba un poco incómodo —¿ Me enviarás  cartas o...como sería?

—Tengo algo un poco mejor— el hombre le entregó un paquete envuelto

—Ya me diste algo por Navidad— Seth le recordó, también le había dado un regalo cuando iba en tercero a través de Dumbledore, en ese momento el chico lo había quemado sin mirar su contenido

—Esto es un espejo de doble sentido, solo con decir el nombre podrás hablar conmigo — el hombre ignoró lo dicho por el chico— James y yo los usábamos cuando nos castigaban en distintos sitios

—Dáselo a Harry entonces, si era de su padre... — Seth no pudo acabar

—Harry tiene el de James, este es otro, aunque también podrás hablar con el

—Gracias, Sirius— le dijo el chico guardandolo en el bolsillo, el otro Black sonrió un poco, aunque lo de Sirius le había dolido

—De nada cachorro — Sirius lo soltó sin pensar, a Harry le llamaba de una manera similar debido a la forma animal de James, pero Seth a lo mejor se enfadaba. No lo hizo, para sorpresa del hombre, le dio un abrazo que el devolvió encantado

Los adolescentes cogieron el autobús noctámbulo en compañía de Tonks y Lupin para volver a Hogwarts, donde después de un horrible viaje, llegaron a Hogsmeade, desde donde subirían al castillo.

—Podríamos ir volando— dijo Seth después de despedirse de Tonks

—No todos tenemos una escoba aquí Black— dijo uno de los gemelos

—Y creo que algunos agradecen que no tengamos que volar— Ginny miró a Hermione y ella y Harry soltaron una risita

—Yo la llevaría — se ofreció Ron antes que nadie — Iríamos muy bien juntos Hermy

—Gracias, Ronald— por el tono se notaba que no estaba agradecida

Todos comenzaron a andar hacia el castillo resignados de tener que ir a pie, acercándose poco a poco al gran castillo donde estaba su escuela.

Sukha || H. Granger Donde viven las historias. Descúbrelo ahora