🌻Capítulo 11☀️

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Mew no dejaba de dar vueltas de un lado a otro, recorriendo su salón con el
móvil en la mano. El viernes, cuando se había encontrado con Gulf en aquel
local, pensó que al menos la noche tendría algo bueno, pero pronto lo notó esquivo, casi ni lo miraba. Entre eso e intentar comportarse como un buen tipo con Fluke, los minutos se convirtieron en horas. Por si fuera poca tortura, Gulf estaba precioso. Llevaba puestos unos pantalones negros ajustados, zapatos estilo mocasín y un lindo crop top blanco bajo una chaqueta negra que provocó que a Mew se le secara la boca. Cuando empezó a hacer calor en la terraza cerrada y acristalada y Gulf se quitó la chaqueta dejándola sobre uno de los taburetes. Se preguntó si lo hacía adrede. Pero no. Porque si hubiese querido volverlo loco, no se habría marchado en cuanto tuvo la oportunidad.

Mew se vio obligado a bailar con Fluke, haciendo serios esfuerzos por mantener las distancias, y cuando terminó y volvió a la barra, War les dijo que los chicos se habían ido ya a casa. Gulf ni siquiera se molestó en despedirse. Eso lo molesto aún más. De modo que, a la mañana siguiente, el sábado, le había enviado un correo en tono de broma, aunque, en realidad, estaba un poco molesto ante su indiferencia.

De: Suppasit Jongcheveevat.

Para: Kanawut Traipipattanapong.

Asunto: Cenicienta.

Por lo que recuerdo del cuento, Cenicienta no se marchaba corriendo y sin despedirse hasta pasadas las doce de la noche y, además, antes de irse y de que la carroza se convirtiera en calabaza bailaba con el príncipe.


Gulf tardó más de tres horas en responder.


De: Kanawut Traipipattanapong.

Para: Suppasit Jongcheveevat.

Asunto: Cenicienta.

Lo siento, estaba cansado.

Mew se quedó mirando el mensaje un buen rato, como si esperase que de
repente las letras bailaran frente a sus ojos y se transformaran en algo más,
porque eso apenas si podía considerarse una contestación. Cuatro palabras. Con
el cejo fruncido y la boca apretada, le dio al botón de responder, todavía un tanto confundido por todo.


De: Suppasit Jongcheveevat.

Para: Kanawut Traipipattanapong.

Asunto: Planes.

Espero que descansases.

¿Qué tienes pensado hacer hoy?


Mew esperaba que pudiesen quedar. Estaba aburrido, solo en su enorme
apartamento, y no podía dejar de pensar en Gulf y en el minúsculo crop top que llevaba la noche anterior. Ningún hombre en su sano juicio hubiese sido capaz de apartar la vista de él, porque era perfecto, con la ligera curva de su cintura. Y Mew sabía de primera mano que su piel era suave bajo el tacto de sus dedos. Todo él era suave en sí.

De: Kanawut Traipipattanapong.

Para: Suppasit Jongcheveevat.

Asunto: Planes.

He quedado. Besos.


Lo leyó un par de veces. ¿Qué significaba aquello? ¿Por qué respondía todos los mensajes de una manera tan seca y cortante? El Gulf que él recordaba era el chico más positivo, alegre y sonriente que él había conocido jamás. Era una de las cosas que tanto le gustaban de Gulf, que siempre parecía ver el vaso medio lleno, incluso con alguien como él, que no merecía que perdiera su tiempo ayudándolo o diciéndole aquello que le había llegado al alma días atrás, ese confío en ti que en los labios color frambuesa de Gulf había sonado perfecto.

El chico que perdió su zapato. 💙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora