14- Enfermo mental.

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Narrador Omnisciente.

Un día le preguntaron al mayor de los hermanos Uchihas qué era lo que más amaba.

Sin lugar a dudas él hubiera dicho que a su hermano menor.

Pero... Luego de conocerla a ella, ese amor quedó en segundo plano.

Solo veía a través de sus ojos.

Y eso en cierta manera era malo.

No era correcto.

Ya que cuando ella se fuera él se desmoronaría.

Él pensó que jamás le faltaría pero no contó con que alguien se la apartará de su lado.

Así que ahora, viéndose sin ella no sabía que hacer.

Su hija... Era la que más le preocupaba.

Pero ver a su hija le recordaba a su difunta esposa.

Eran parecidas.

Tenían la misma mirada.

Así que conforme pasaban los años él sobre protegía a su hija.

Sarada Uchiha Hyuga; su primogénita.

Su única hija.

Su hermano, Sasuke Uchiha.

Fue condenado a cadena perpetua pero debido a sus abogados el acusado fue declarado incompetente de sus actos por motivos de demencia.

Fue trasladado a un hospital de enfermos mentales.

Un manicomio.

Y eso era.

Un enfermo.

Un loco.

Un psicópata.

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Itachi.

Ver a una de las personas que más amaba estar tras la rejas por el asesinato de mi esposa me llenaba de tristeza.

Los perdí a ambos.

Ver a mi hija atestiguar en contra de su tío me provocó náuseas, pero al llegar mi momento de hablar, lo hice con toda la intención de que los jurados dictarán pena de muerte.

Lo odiaba tanto.

«...Ver como el señor Uchiha se valió de su puesto como oficial de policía para entorpecer nuestra investigación me hace a mi creer que lo que argumentan sus abogados es falso.

Él sabía lo que hacía, él no es ningún enfermo mental.

Solo se esta valiendo de eso para no ir a la cárcel como se lo merecería.

Observe de primera mano como él se encontraba al lado del cuerpo de la víctima, y fue él, en qué un ataque de rabia asesino a la joven mujer.

—Sé que sus argumentos como oficial de policía son válidos, pero ¿No será que es el lado de esposo el que habla por usted? Debemos aclararle a él juez y a su tribunal que usted mantenía una relación sentimental con la víctima.

—Yo no mantenía ninguna relación sentimental con la víctima... Yo era su esposo. Y no saben cómo la busque tratando de encontrarla con vida, como trate día a día a encontrarla, en mantener a mi hija con esperanzas... Así que no me venga con que el acusado es un enfermo mental cuando todo lo que hizo fue requerido de una planificación meticulosa, él asesino a sangre fría a mi esposa, a la madre de mi hija, a una mujer embarazada, a su cuñada, porque si no lo recuerdan el acusado es mi hermano.

Es mi hermano menor, y eso no le importo para quitarme lo que más amaba...»

Pensé que con eso sería suficiente para hacer justicia pero por primera vez en mi vida, la justicia me defraudaba.

No solo a mí, sino también a mí hija.

Pero al llegar el momento de dictar sentencia quedé inconforme.

Él debía pudrirse en la cárcel por dañar a mi luna.

A mi princesa.

Pero no, el fue condenado a pasar el resto de su vida en un hospital de enfermos mentales.

¡Un hospital de enfermos mentales!

Él seguiría vivo… en cambio mi luna, no.

La justicia era una farsa.

Una simple farsa.

Y yo ahora la odiaba.

Tanto o igual que a mí hermano.

"Asesinada"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora