🪷Cap#21 Distancia🪷

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~Una semana Después~

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~Una semana Después~

¿Es el deber de los hijos pagar por los pecados de los padres? 

Ya había pasado exactamente una semana desde el “incidente”, en la tarde de ese mismo día había intentado hablar por teléfono con Nil, pero al parecer coincidió justo con el momento en que mi padre se había calmado lo suficiente para venir a hablar conmigo, no alcance a decirle dos palabras a mi novio cuando la figura encolerizada de mi padre salió de la nada y me arrebató el móvil.

Por esa razón llevo 7 días sin teléfono y sin saber nada de Nil, no me he atrevido a pedirlo de vuelta. En toda la semana el estado de ánimo de mi padre ha sido insufrible, parece que la rabia y la tristeza hacen simbiosis en su cuerpo, pero mientras más lo pienso más evidente me parece que el hecho de no acercarme a Nil no ayudará en nada a resolver nuestros problemas económicos.

El sonido de mi salvación llama a la puerta, es Angelica que me viene a buscar para ir juntas al ensayo, hace 5 días cuando se resigno a que yo no le respondería los mensajes, que me imagino han de ser demasiado, decidió llamar directamente al número de la casa. No pude contarle detalles de lo que pasó por lo que hoy será el primer día que podremos hablar apropiadamente.

Me alegra que incluso en verano nuestro club tenga actividades.

—Buenas días señor Simonds —al abrir la puerta Angelica saluda cortésmente a mi padre desde el umbral.

Mi padre que hasta ese momento estaba sumergido en una montaña de documentos desparramados en la mesa del comedor, levanta la cabeza y le dedica una cálida sonrisa a mi amiga.

—Buenos días Angelica, no te quedes ahí, por favor entra —la invita.

—Gracias, pero estamos justas de tiempo, tenemos que irnos ahora si no queremos llegar tarde al ensayo —se excusa ella.

—Ah entiendo, que les vaya bien —dice.

Sin perder un segundo más salgo de casa, entre dientes me despido de mi padre para luego cerrar la puerta tras de mí. Aun cuando no he puesto mi enojo en palabras, me es imposible no reaccionar ante los acontecimientos. Siento que se me castiga por algo en lo que no he tenido ninguna culpa.

Después de un corto viaje llegamos a la escuela, como era de esperar estaba vacía, eran pocos los clubes que tenían actividades en vacaciones de veranos, en un principio a mi tampoco me encantaba la idea. Entramos al auditorio, tan solo un par de nuestros compañeros habían llegado y jugueteaban enérgicamente sobre el escenario. Angelica y yo fuimos directo al camerino, aproveché el tiempo a solas para contarle a detalle lo sucedido; ella parecía analizar mis palabras con detenimiento, asintiendo o negando en ocasiones pero sin llegar a interrumpir.

Cuando termine de relatar lo sucedido, ella empezó a caminar de un lado a otro, parecía una fiera enjaulada. Quise preguntarle en que pensaba tanto, pero justo llegó la directora del club y tuvimos que empezar a ensayar. Angelica no se concentró en el ensayo, parecía estar un poco perdida en sus pensamientos.

Al terminar volvemos al camerino, mi amiga se me acerca lo suficiente para que nadie más nos escuche.

—¿Las palabras exactas de tu padre fueron “No quiero volver a verte cerca de ese chico”? —cuestiona Angelica.

—Si, esas fueron sus palabras —dije recordando con amargura.

—¡Perfecto! —dice ella con evidente entusiasmo.

—¿Que podría tener eso de perfecto? —pregunté confundida.

Mi amiga no respondió de inmediato. Se puso a rebuscar entre las cajas de utilería hablando entre dientes para sí misma. Después de un par de minutos volvió, en sus manos traía una bola de cabello de un tono castaño muy claro y su estuche de maquillaje.

—Simplemente no tienes que dejar que tu padre te vea —dijo mi amiga peinando la peluca y acomodándola en mi cabeza.

Ella me giró hacia el espejo mostrándome como mi melena quedaba completamente camuflada bajo la pequeña peluca de un tono castaño, apenas me llegaba a los hombros.

—¿Que estás insinuando? —pregunte para estar segura de estar entendiendo bien que me sugería mi amiga.

—Te esforzaste tanto para empezar a salir con él y por lo que me contaste no hizo nada malo, ¿De verdad tienes que dejarlo ir tan fácil? No me parece justo —mi amiga toma un cepillo y empieza a peinar el cabello de la peluca aun en mi cabeza —Sería bueno que pudieras ser otra persona y que nadie te reconociera en la calle —dijo Angelica con un brillo intenso y profundo en sus ojos.

Veo mi reflejo en el espejo ahora prestando más atención, si salgo a la calle pareciendo otra persona y mi padre me ve junto a Nil pero no logra reconocerme, ¿aun así estaría desobedeciendo?

¿Y más importante aún es saber si Nil todavía quiere ser mi novio después del “Incidente”?

LOVE IS CONFUSION LIC#1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora