《𝓤𝓷 𝓪𝓵𝓾𝓶𝓷𝓸 𝓹𝓾𝓮𝓭𝓮 𝓬𝓸𝓷𝓿𝓮𝓻𝓽𝓲𝓻𝓼𝓮 𝓮𝓷 𝓶𝓪𝓮𝓼𝓽𝓻𝓸》

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Como había accedido a cuidar a un recién nacido?. Ni el tenía idea de cómo.

Durante una reunión de los supremos kaioshins, el encargado de la creación en el universo 4, su amigo, hermano y maestro Rem, había confesado que había nacido un nuevo kaio del árbol de frutos dorados. Un hermoso kaio de tesis naranja y una gran cresta blanca al que había llamado Kuru.

Iru estaba impactado con aquella revelación. Los shin-jin de por sí eran una especie escasa y que un nuevo aspirante a supremo naciera era casi el doble de imposible. La noticia no tardó en llegar a oídos de todas las deidades, incluido al propio Liquir.

Aún las cosas estaban un poco tensas entre ellos. Ya había pasado algunos años desde su primera pelea, pero el tiempo no ayudó mucho.
En los meses posteriores a la discusión, las dos deidades se negaban a verse. No podían estar en una habitación sin querer reprocharse algo. Por lo que en ese lapso de tiempo, Korn le enviaba mediante su báculo a Iru todas las demandas del zorro.

La primera vez que lo hizo, el kaio tachó a su destructor de cobarde al no querer ir a visitarlo, pero luego de un tiempo lo acepto. Aunque ese solo hizo que se distanciaran aun más.

Todo el asunto de los regalos mutuos y las salidas especiales había acabado. Ya no era como antes. Ahora todo se basaba en trabajo y responsabilidad.



























































Solo una relación profesional...

















































El orgullo del destructor y el resentimiento del kaio había sido la razón por la cual ninguno jamás se disculpó. Ni por esa ni por las siguientes peleas.

Cuando se reunieron luego de casi 100 años sin verse (que no es para nada tanto tiempo para los dioses), Liquir termino gritándole a Iru.




































Esa realmente había sido "LA PELEA"
























Estuvieron horas discutiendo sin parar, hasta que finalmente el kaio se hartó de la actitud y comentarios groseros del dios. El supremo estalló en llanto y le gitro al destructor que se fuera de su planeta y que si tanto odiaba trabajar con el que fuera a buscar a otro kaio. Que el no lo haría...

Fue esa también la primera vez que Liquir vio al kaio gritar y llorar de la impotencia. Observo a la distancia como el más joven voló para encerrarse en el templo y no salir para despedirse.

El y Korn se fueron sin decir una sola palabra...











Rem fue a visitarlo.

Vio a Iru tirado en la cama hecho un mar de lágrimas. El kaio realmente había explotado.

Se sentó junto a él y cuando este puedo sacar la almohada de su cara para ver al anciano kaio del universo 4, no dudo ni un segundo y lo abrazo.

A Rem no le gustaba el contacto fisico con nadie, pero Iru era su excepción.

El más joven se sentía como su hermano pequeño pero Rem podía decir con pura sinceridad que Iru era como su hijo.

~Perfección~ (liquir x iru) (Rescribiendo/temporalmente Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora