《𝓣𝓪𝓵𝓿𝓮𝔃 𝓮𝓵 𝓷𝓸 𝓮𝓼 𝓽𝓪𝓷 𝓶𝓪𝓵𝓸...》

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-Realmente lo lamento señor Liquir, no fue mi intención preocuparlo...-







Iru tenía la cabeza gacha. No podía mirar a los ojos de su destructor. Estaba completamente avergonzado. Su estado pobre de salud había logrado vencerlo y ahora debía pagar las consecuencias. No sólo había interrumpido el trabajo del destructor sino que también el de sus compañeros y amigos kaios. Podía imaginar la cara devastadora de Rem después de encontrarlo inconsciente sobre la tumba de su maestro.
Se sentía cruel y egoísta por haberlos preocupado. Su actitud terca y testaruda habían minimizado sus cuidados y como resultado casi había conseguido llevarse a si mismo y al destructor al más haya.
No recordaba mucho más haya del llanto y los mareos. Ni siquiera sabía cómo fue que exactamente habia llegado bajo el árbol donde descansaba su antepasado. De lo único que era consiente era de haber despertado en su cama reposando y descansando junto a su destructor. Cuando finalmente todo se aclaró el peso de la realidad le cayo encima. En este momento solo le quedaba decir la verdad y confrontar la mirada enojada del vulpino.
Honestamente, preferiría que el gran sacerdote lo acribillara en este instante...

-Enserio crees que unas disculpas solucionaran lo que has hecho?, casi acabas con la vida de ambos como si nada y crees que con una disculpa todo se acabará?.-

El ambiente se había vuelto más pesado por el aura furiosa del destructor. En este punto el kaio no dudaba en que el hakaishin quisiera golpearlo. No podía juzgarlo, en un abrir y cerrar de ojos casi los mata a ambos. No tenía justificación ni perdón. Estaba más que seguro en que el zorro no volvería a confiar más en el en todo su existencia. Podía sentir un sentimiento de despreció y odio emanando de su contraparte. El castigo sería severo y el supremo lo sabía.
Involuntariamente comenzó temblar. Tenia miedo y era ovbio. El destructor está hirviendo en cólera por su culpa y ahora debía resivir todo el reclamo por su parte.
Lo había arruinado todo y lo sabía...las ganas de llorar no le faltaban y cada vez que sentía la mirada de la otra deidad daba un pequeño sollazo. Si las cosas seguían así explotaría en llanto por el pánico...

En cambio el zorro trataba de calmarse lo más posible para evitar gritarle al shin-jin. Sabia que lo ocurrido también en parte era su culpa por descuidar a su enlace de vida. Pero no era momento de reflexionar en sus errores y elecciones, lo más importante ahora mismo era asegurarse de que el kaio siguiera respirando y que no volviese a caer inconsciente.
Ya había tomado una decisión, que a pesar de no ser la más adecuada era lo más conveniente que podía hacer para evitar otro "accidente".

-Esta decidido, vendrá conmigo y te quedarás a vivir temporalmente en mi templo hasta que mejore tu salud-

-Que?¡ per-

-Sin protestas!.
Ve y empaca tus cosas, vendrás quieras o no hasta que te mejores, no pienso dejar que algo así de peligroso  vuelva a ocurrir.....así ve y apurate no tenemos todo el día.-

De todas las cosas que Liquir pudo haberle hecho la opción de obligarlo a vivir temporalmente con el no era una. Al parecer luego de este episodio traumático en donde casi mueren ambos, el destructor ni tenía la suficiente certeza de poder dejarlo solo. Como podría si fue casi un suicidio de no ser por la intrometencia de los otros kaios. Se llevaría al supremo con el tiempo que sea necesario hasta asegurarse que este no planease hacer lo mismo. Korn vigilará su comportamiento y se aseguraría de que el shin-jin comiera y durmiera la suficiente para recobrar energías, mientras el destructor lo ayudaría a recuperarse mentalmente....o al menos trataría...

Iru aunque seguía confundido por la nueva orden déda por su contraparte de todos mudos fue a empacar su cosas. No tenía el derecho a oponerse y mucho menos a negarse, así que solo hizo obedientemente lo que le pidieron. En primer lugar guardo todo lo relacionado al trabajo, la esfera de cristal y algunos planes y escrituras. Luego empacó unos libros y uno que otro dibujo que Kuru le había regalado. No estaba seguro de cuando podría volver a ver a sus amigos, así que ahora solo le quedaba aferrarse a aquellos lindos recuerdos.
Guardo demás cosas de higiene o cuidado personal y volvió junto al dios para partir hacia su templo.

~Perfección~ (liquir x iru) (Rescribiendo/temporalmente Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora