Gato Negro ; Minsung

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Minho miraba de arriba a abajo su trabajo. La pared, incluso si era un objeto totalmente inanimado, parecía mirarle de vuelta con una actitud poco agradable.
El piloto sería un idiota, pero definitivamente no era estúpido, por lo que era más que obvio ante los ojos de los Han que lo acompañaban que no podía estar orgulloso de lo que percibían sus ojos.

— Está horrible — Dijo Jisung, después de una pausa bastante incómoda que sólo había funcionado para asimilar lo que veían sus ojos.

Jiyoung estaba al lado de su nieto, una mirada de incredulidad idéntica a la suya que únicamente parecía confirmar su parentesco.

El piloto habría refutado, pero después de mirar el muro por la misma cantidad de tiempo que los otros dos, realmente era muy difícil hallar las palabras correctas para declarar que Jisung estaba juzgándolo demasiado.
No, para nada; aquella pared reconstruida era... una pared, definitivamente, pero lo más probable es que si alguien intentara poner una estantería ahí, no sólo esta se caería sino que se llevaría abajo todo el "trabajo" de Minho en menos de lo que se demoró en pegar ladrillos a la loca.

Al principio le había funcionado, pero no contaba con que algunos ladrillos se habían quebrado y requerían removerse antes de continuar poniendo algunos nuevos; el problema era que, en el afán del chico, pensó que eso no sería importante y simplemente colocó los ladrillos nuevos como pudiera, terminando con la obra de arte abstracta que más que un muro, parecía una explosión de ladrillos pintados pobremente con un color blanco que no combinaba con el resto de las paredes del taller.

— Bueno, es un muro — Minho finalmente habló. Ahora las miradas de desaprobación de los Han no eran dirigidas a su intento de muro, sino hacia él — Técnicamente cumplí con lo que debía, sólo faltaría la ventana y...

— El trato era arreglar el muro, no dejarlo peor — Jiyoung, con su rostro de por sí imponente, le dedicó a Minho la mirada más frívola que sus ojos le permitieron — ¿Piensas que esto es un chiste?

Jisung no dijo mucho, la decepción obvia en su bonito rostro, pero dejando que el mayor se encargara de la situación.

Incluso si el rostro de enojo del alcalde podía derretir la voluntad de alguien, Minho era un corredor profesional sin siquiera haber cumplido 25 años; las miradas de ese estilo le habían formado desde sus inicios. No le tenía miedo en lo absoluto, y aquello se volvía bastante obvio al mirarlo directamente a los ojos, sus rasgos felinos agudizándose y haciéndolo ver más intimidante.

— El único chiste aquí es que yo siga en este pueblo cuando debería estar en Busan.

— Y seguirás aquí si no arreglas el desastre que hiciste ahí — Jiyoung señaló despectivamente el intento deprimente de muro que había frente a ellos.

— Soy un corredor, viejo, no un albañil. Si quieres "ese desastre" arreglado, contrata a alguien que sepa hacerlo.

Minho iba a irse, y aunque eso era algo que Jiyoung habría preferido desde el inicio, volteó a mirar a Jisung, quien no sólo le veía con cara de querer pegarle si dejaba al piloto irse, sino que parecía totalmente motivado a detenerlo él mismo.

— Debí suponer que eras igual de mediocre que manejando en todo lo que haces — Minho se detuvo de golpe — Si te dedicaste a algo que no sabes hacer bien, en todo lo demás tienes que ser... así.

Se refería a la pared.

— ¿Cómo te atreves a...?

Minho sólo volteó a verlo con enojo acumulado, pero fue interrumpido por una risa por parte de Jiyoung.

— Hagamos un trato, niño, ya que eres tan profesional en eso de las carreras, — Jisung volteó a ver a su abuelo como si se tratase de un fantasma, colocándose pálido ante sus palabras incluso si no había terminado de hablar — ¿qué te parece una carrera? Si ganas, te quitas esta responsabilidad de encima.