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La noche a partir de la victoria de Jiseok se volvió una niebla indescifrable para Minho. De hecho estaba seguro de que el muchacho había desaparecido unos minutos después de haber ganado cuando alguien llamó su nombre... o bueno, su apodo como corredor, pues claramente era una persona anónima en esa situación.

"Gaon" había escuchado que pronunciaba la persona que lo había llamado antes de que su presencia fuera totalmente esfumada de su vista.
Ahí fue cuando Minho se enteró del premio. Era una suma de dinero grande, y aunque no se lo esperaba, era cierto que no le sorprendía del todo.

Tras la desaparición de Jiseok, Minho no pudo evitar buscar a Jisung con la mirada como en búsqueda de una respuesta, pero lo único que encontró en el lugar del chico fue una mirada confundida detrás del lugar del visor de su casco, divisando sus alrededores en medio de una reacción nerviosa.

Cuando Jisung pareció encontrar la razón de su confusión, le hizo una seña para que tomara el auto. No fue difícil ver como señalaba la ruta por la que habían llegado, una obvia muestra de que el siguiente paso sería irse; y aunque en un principio le daba una sensación de incomodidad irse así como así, eventualmente un sonido inquietantemente familiar le hizo no tener una pizca de duda antes de hacer exactamente lo que Jisung le había pedido.
Atribuyó la reacción inmediata de Jisung a su experiencia como corredor ilegal él mismo, así que simplemente arrancó el auto antes que las sirenas de policía estuvieran más cerca.

Sin embargo, no se fue sin antes ver que Jisung se montara en su moto, y aunque no pudo estar muy seguro, esperaba que la ausencia de los amigos del hermano del mecánico estuvieran huyendo al mismo tiempo. No tuvo tiempo de ver cómo Jisung arrancaba, pero sabía que estaría bien.

Minho ya había tenido que pasar la noche en una celda hacía menos de una semana, y no quería pasar por una experiencia similar, así que intentando recordar la ruta que vio por el teléfono de Jooyeon y el camino que había tomado Jisung, empezó a guiarse camino a un lugar lejano a la zona, poniendo en práctica sus largas horas practicando como piloto para tomar velocidad y perder el rastro de la policía que seguramente ya estaba cerca. Ni siquiera se dio cuenta que no se había quitado el casco que le había dado Jisung, así que incluso si la sensación pesada del plástico de este objeto era más que notable, no era muy distinta al casco que le ponían siempre antes de una carrera por lo que podía dejarlo pasar; por lo menos hasta que escuchó la voz de Jisung en su cabeza y estaba convencido de que no era una aparición fantástica causada por su cabeza.

— Hey.

Se habría asustado, pero eso le habría hecho chocar al auto otra vez y realmente la seguridad de ese aparato era su prioridad número 1 por lo menos hasta que pudiera presentarlo frente a sus jefes sin que nada estuviera fuera de orden.

— Casi me matas de un infarto, Jisung — Minho dio un suspiro largo — ¿Vas bien?

— Sí, estoy seguro de que iban a llegar por el otro lado.

A juzgar por la velocidad que Minho llevaba, esperaba que Jisung estuviera a una distancia respetable, pero su convicción fue totalmente destruida cuando por uno de sus retrovisores se reflejó una luz blanca tenue que no pertenecía a ninguna de las casi inexistentes luces de la calle en la que estaban. No, Jisung estaba justo detrás de él, siguiéndole el paso en su motocicleta como si fuera pan comido.

Nunca lo admitiría en voz alta, pues Minho tenía un ego y una reputación que mantener, pero no podía evitar sentirse increíblemente atraído ante la idea de que Jisung pudiera seguirlo a él, en un auto de carreras, sin problema alguno.
Sabía que Jisung era su tipo ideal, era más que obvio y eso no requería ninguna aclaración de su parte, pero empezaba a creer que podría estarse enamorando del chico.

Gato Negro ; MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora