Bocadillos.

Experimento.

Resumen: Grimmel, orginialmente no planeó secuestrar a Ruffnut, pero, ¿y si hubiese planeado secuestrar a alguien? ¿Y si ese alguien hubiese sido Astrid? Dónde Grimmel secuestra a Astrid, completamente a propósito.

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Astrid vio la enorme muralla de lava frente a ella, si no saltaba ahora mismo, quedaría atrapada. Miró a su alrededor, Valka le llamaba, pidiéndole saltar, asegurándole con los brazos extendidos que la atraparía, Hiccup iba por otro lado, decidido a saltar también. Gracias a Thor los dragones estaban afuera, seguro que Stormfly estaba lista para sacarlos de ahí pitando.

Esto había sido una pésima idea.

Fue cuando se decidió por saltar. Corrió con todas sus fuerzas hasta la punta de la viga en dónde estaba, hacia calor, demasiado, y temía que alguno de los chorros de ácido le quemara la cara o piel expuesta, el aire caliente le quitaba el aliento, más no le impedía correr lo más rápido que pudiera para ganar impulso, solo ella hacia falta.

Vamos, vamos, un poco más.

Despegó los pies de la viga una vez llegó a su fin, lista para tomar el bastón de su futura suegra, cuando algo la atrapó del cuello, quitándole el aire al instante, frenandola de golpe y ahogandola también en el proceso. La arrojó al suelo con brusquedad, como la tomó por sorpresa, ella no cayó de la forma en la que le hubiera gustado, su cabeza impacto primero con el metal y luego su cuerpo. Por un segundo, toda su visión quedó en blanco, está fue regresando poco a poco, la imagen llena de puntos negros que le dificultaban enfocar su mirada en algo. Por encima del pitido en los oídos, insoportable y agudo, escuchó a Hiccup llamarla, así como a Valka; intentó responder, sin éxito, apenas y tenía fuerza de levantarse. Sintió algo cálido caer por el lateral de su cabeza, resbalando por el cabello, cayendo sobre su rostro.

Ay, no.

— Hiccup...— jadeó antes de sucumbir a la oscuridad.

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Cuando abrió los ojos, la recibió un impactante dolor de cabeza, así como la sensación de que se encontraba sobre una superficie dura, ¿El suelo? Lo más probable es que sí; antes de abrir los ojos, se dedicó a escuchar el entorno; lo más seguro es que no se encontraba en Nuevo Berk, al contrario, si lo estuviera, estaría en una cama, no en el frío suelo.

Personas en el lugar. Había personas, sin embargo no se encontraban en la misma habitación, se escuchaba también el mar chocando contra las rocas a lo lejos, bien, por lo menos se encontraba cerca del mar. En el cuarto en el que ella se encontraba, se también el crepitar del fuego, así como el familiar sonido del grafito contra el pergamino. Lo reconocía perfectamente, Hiccup hacia ese sonido todo el tiempo en la fragua.

En el lugar también de vez en cuando se escuchaban gruñidos familares. Dragones, algunos sonaban más bien como pequeños gemidos, tal vez dragones bebés. Entonces, había por lo menos una persona en la habitación y dragones, probando su suerte, abrió un poco los ojos, unos cuantos milímetros, esperando poder ver entre sus pestañas, hacerle creer a quien sea que seguía inconsciente. Eso era de vital importancia aquí.

Sentía todavía puesta su armadura, esa era una ventaja. La habitación no estaba tan oscura como hubiese esperado, de hecho, entraba una gran cantidad de luz en la habitación, ¿Lo era? Parecía más bien estar en un calabozo. Fantástico. Divisó a los dragones de Grimmel custodiando la celda, todavía mejor, al mismo Grimmel de espaldas a ella, dibujando, muy enfocado en lo que estaba haciendo.

No estaba atada, no podía sentir la presión de nada contra sus muñecas, lo cual era extraño. Se animó a abrir los ojos en su totalidad, sin moverse ni cambiar la posición; estaba echada boca abajo, la cabeza girada en dirección a las rejas, muy incómodo, seguro que así como había caído, la arrojaron al calabozo. Se preguntó si la herida en su cabeza había dejado ya de sangrar. Seguro que sí, o si no, se sentiría mareada.