ninety nine

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La madre de Luzu trataba muy bien a Quackity, pues mientras su hijo fuese feliz, por ella estaba bien que saliera con quien saliera.

Claro que existen límites, pero Quackity era un buen chico, trabajador y amoroso.

-Voy a trabajar, te lo encargo- dijo ella apuntando a Luzu.

Quackity rió y asintió; -no se preocupe, yo lo cuidaré.

Ella salió de casa, Luzu seguía con la vista puesta en el televisor hasta que Quackity le tomó la barbilla y lo besó sin previo aviso..

-iMamá podría vernos!- le dijo en señas cuando se separaron.

-Ya se fue- le respondió el azabache, -es que no me resisto a tus dulces labios. Me vuelven loco.

Otro beso.
Y otro, y otro.

Yo nací para ti, espero que tú hayas nacido para mí.

𝗦𝗼𝗿𝗱𝖾𝗋𝖺 | LᴜᴄᴋɪᴛʏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora