eighty two

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Pronto el castaño sintió el calor que emanaba su contrario. Quien el estaba abrazado.

Quedaron callados, aunque Luzu sintió como la garganta de Quackity vibraba, de esas veces en las que hablas, y no pudo escuchar nada.

¿Quackity habrá dicho algo mientras le abrazaba? Si es así, que cruel.

Ninguno de los dos se movió en un par de segundos, unos que fueron eternos.

𝗦𝗼𝗿𝗱𝖾𝗋𝖺 | LᴜᴄᴋɪᴛʏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora