𝗦𝗼𝗿𝗱𝖾𝗋𝖺 | Lᴜᴄᴋɪᴛʏ

sixty six

Alguien tocó a su puerta, él abrió sin preguntar quién era.

Que descuidado.

Se encontraba del otro lado del marco un hombre muy grande, con la expresión de odiar su vida.

-Hola amigo, ¿estás solo?

Su aliento apestaba a alcohol y tenía manchas de no sé qué en la camisa.

Parecían frescas, quizá algo de la comida que derramó o tal vez el mismo alcohol; -estoy estudiando, señor, ¿necesita algo?

El hombre ladeó una sonrisa tonta. -¿Puedo pasar?

Una alerta recorrió su columna vertebral desde abajo hasta arriba, por unos momentos sintió miedo, -disculpe, estoy ocupado...

No tenía remedio, era sólo un sujeto borracho.

Y era enorme.