𝗦𝗼𝗿𝗱𝖾𝗋𝖺 | Lᴜᴄᴋɪᴛʏ

fifty six

Quackity abrazó a Rubius, levantó su rostro y lo besó.

Fue un beso algo tierno, relajado y suave, no como los besos controlados por el rubio.

-Casi me beso con Luzu hoy- le dijo con toda la calma del mundo al separarse de él.

Los ojos de su novio se abrieron tan grandes que sus pupilas parecían más pequeñas; -¿casi?

-Sí. Casi- al no obtener respuesta del otro lo soltó, se sentó de lado y miró el suelo, -él me gusta.

Tenía miedo, y mucho, Rubius sabía que eso pasaría. ¿Cómo iba a poder evitarlo?

-¿Entonces por qué...? -Porque no quiero crear inseguridades en él, si algún día acepta salir conmigo- le interrumpió Quackity, sabiendo la pregunta que le iba a hacer, -si no soy capaz de engañar a alguien como tú, a un ángel como Luzu será un gusto serle fiel.

Y Rubius lloró, porque ya sabía que iba a pasar, pero no sé imaginó que dolería tanto.