~Oh Baby~

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Japón, 1971.

A sus 10 años de edad, Yeonjun ya era un niño bastante maduro y dotado, rasgos que no contrastan mucho con su rebeldía aventurera, pues era sumamente inteligente y audaz para estar en quinto grado de primaria. Lo que más le apasionaba, sin embargo, eran la música y el baile, sólo que sus padres no estaban muy de acuerdos con él; creyeron que con el tiempo la idea se esfumaría, como los sueños ilusos de un pobre niño que anhela ser astronauta y bombero a su vez. La cuestión es que tal cosa no sucedía con el paso de las estaciones, y no pudieron rechazarlo más cuando Junnie les suplicó inscribirlo en clases de piano durante sus vacaciones de verano, porque la otra opción que les daba el astuto chiquillo fueron las lecciones de danza, y aquello no lo aceptaba el señor Choi, puesto que en dadas épocas el machismo y la supuesta "hombría" eran temas muy controversiales.

Yeon era alguien de ciudad, proviene de Gyeonggi-do en Corea del Sur, pero desde su primer año de vida sus padres se mudaron con él a la capital de Japón, por lo que estaba acostumbrado a una vida urbana y para nada campestre. Sus progenitores le advirtieron de ello, que no se adaptaría al cambio en casa de sus tías, allá en el pueblo de Takayama, pero apenas divisó el paisaje de inmensos arboles florales, animales en las vías y plantas con diversos frutos a través de la ventana del auto de su padre, su sonrisa no desapareció de su lindo e infantil rostro, la fresca brisa alborotando sus cabellos.

–¡Papi, esto es genial!

–No te inclines demasiado y mantente en tu asiento, no eres un perro, Yeonjun.

A pesar de los regaños, sus padres lucen relajados y hasta le sonríen por el retrovisor o cada que giran a chequear que no esté haciendo travesuras. Transitan las calles del pueblo, apreciando las decoraciones de madera y piedra tradicional, hay diversos puestos de comercio, hombres que seguramente iban a pescar con sus cañas desde muy temprano, jovencitos corriendo de lado a lado, tal como los niños jugando en las aceras, hay pueblerinos amables que les saludan con una amena sonrisa o un agitar de manos.

Yeonjunnie se maravilla con sus ojitos ante cada cosa que se topa en el camino.

Todo mejora para el niño cuando estacionan en la posada veraniega de sus tías, era una residencia bastante grande con un precioso jardín y alberca, ubicada en la zona cercana a los ríos y puentes, una de las partes más tranquilas y visitadas por los turistas. Se baja corriendo del auto sin siquiera oír las advertencias de sus padres para ir a darle un abrazo entusiasmado a sus tías, quienes le llenan de besos y charlas, además de darle los dulces frutos que tanto ama, consintiéndole en recibimiento.

No había visitado aquel sitio desde que tenía seis añitos, una sola vez durante tres días, y desde entonces había fantaseado y soñado con volver ahí.

Se instala con ayuda de su madre mientras su padre se encarga de conversar con las mujeres abajo, deja sus dos maletas en la cama y presta atención a las indicaciones dadas, la habitación era espaciosa y muy cómoda para él. 

–Nosotros nos iremos ahora, tu padre tiene una reunión esta noche. Sé obediente y no le des muchos problemas a tus tías, cariño – Rose llena a su hijo de abrazos, peinando los enmarañados cabellos negros de éste a pesar de sus quejas –. Por si surge algo o quieres hablarnos, te anotamos el número de casa, dile a las tías que te instruyan si no sabes usar el teléfono, ¿De acuerdo? 

–Sé usar el teléfono, mami – defiende limpiando sus mejillas con su hombro, sonriéndole contento –. No te preocupes, soy un niño grande y me sé cuidar yo solito.

–Lo sé, es que... Será un mes entero.

Yeonjun es consciente de que será el mayor tiempo que ha pasado lejos de casa y sus padres, pero estaba dispuesto a hacerlo por sus clases de piano, él no era un niño miedoso. Le habían comentado que en la misma residencia se hospeda quien será su profesor de piano, recomendado por sus tías especialmente, y no cabe duda en su cabecita de que será feliz aprendiendo del mejor. Es de este modo, que convence a su madre de que todo irá bien, calmándola con un beso en su mejilla. 

* Daydream * YeonBin (Yeonjun & Soobin, TXT)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora