Caso uno: Mi Roomie es gay.

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– Pobre de ti, te va a tocar con un desconocido en tu cuarto, espero no se espante con lo antisocial que eres, Ji. – Dijo Felix, el mejor amigo de Jisung y al parecer su único amigo.

– No se va a espantar, claro que le voy a hablar tarado. – Hizo una pequeña pausa para tomar su malteada. – Aunque todo es tu culpa, ¿Ese chico es tan guapo como para abandonar a tu mejor amigo? – Se quejó Jisung.

– No es que sea muy guapo, pero el mismo me invitó, ¿sabes que es eso? Casi se me baja la presión. Además no te abandoné, sigo escuchando tus quejas y es obvio que me apareceré por tu cuarto muchas veces.

– Te odio, Lee.

– Yo también te amo dramático, ahora ve a tu dormitorio, necesitas conocer a tu Roomie, si es un loco de medicina sufrirás demasiado.

– Si es de medicina me parece mejor, no habrá tanto ruido.

– Deberías superar tu miedo a los ruidos fuertes, Han. Es en serio. – Dijo Felix, viendo que ya casi llegaban a la habitación del pelinegro. – Bueno lindo, te dejo aquí, que la suerte te acompañe, y recuerda ser cortés.

– Claro, nos vemos mañana Lix, si pasa algo me escribes. – Habló el pelinegro antes de que Felix desapareciera en los pasillos.

No es que fuera un sociopata, pero en serio no disfrutaba en nada tener una conversación con alguien y menos un desconocido, prefería pasar sus días viendo algún anime o leyendo algún manga que saliendo con alguien.

Jisung terminó su malteada y de inmediato la tiró antes de abrir la puerta, no quería ser grosero con su Roomie y dejarle basura.

Abrió la puerta lentamente y cuando por fin estuvo abierta de par en par pudo divisar a un joven frente a su laptop -que por cierto tenía unos stickers pegados de gatos- tarareando algunas canciones, sus ojos estaban cerrados y sus manos seguían el ritmo con pequeños chasquidos.

– Mi nombre es Han Jisung. Estoy en primer año de la facultad de Artes y soy tu nuevo roomie, ¡espero nos llevemos de maravilla! – Dijo Jisung animado, lo cual solo hizo que Minho se quitara sus audífonos.

– Oh, un chico bonito. ¿Tienes Novia? ¿Ó novio? Ah, no creo que sea mejor que yo. Soy Lee Minho, estoy en tercer año de la facultad de Música, es un gusto niño lindo. – Habló Minho, inspeccionando cada parte de Jisung.

Han se molestó por su forma de hablar.

– Oh, un gusto, y no tengo pareja, si es que querías saber. – Jisung se sentó en su cama y dejó sus maletas a su lado.

Minho solo dejó de lado sus audífonos y su computadora para ir a donde estaba Han; este solo empujó al contrario contra la cama y se montó encima de él.

– Ya veo, ¿Así que este chico tan precioso no tiene un novio aun? Gato sin dueño es de quien lo vea, ¿No crees? – Dijo Minho, sonriendo mientras se acercaba al cuello contrario, quien estaba más que incómodo con aquel acercamiento.

– ¿Me ves como un objeto? No soy de tu propiedad y de nadie, aléjate.

– Oh bonito, nunca he dicho que eres un objeto, no sabes cuanto valoro los gatos, es más, los valoro más que a ti. – Habló Minho enojado, lo cual hizo que se quitara de encima y volviese a su cama. – Los gatos son mil veces mejor que las personas.

Oh, eso sí no lo esperaba.

– ¿Entonces eres un fan loco de los gatos?

– Obvio, son los mejores animales del mundo.

– ¿Tu criterio de ellos solo está en animales?

– Mm, todos los seres vivos son animales excepto las plantas y esas son lindas, así que si.

Al parecer no es un chico aburrido.

– Al parecer no eres quien pareces. – Soltó Jisung de sus pensamientos, lo cual lo avergonzó de inmediato. – Quiero decir-

– ¿Qué pensaste que era? Osea, se que tengo cara de gay y todo pero tampoco para que me andes juzgando tanto...

¿Acababa de decir gay tan libremente?

¿ES GAY?

No es que Han fuera homofobico, obviamente no, hasta su mejor amigo era gay.

Pero, ¿Y si se enamoraba de el? La verdad no se consideraba la última coca cola del desierto pero Jisung tenía sus cositas. Cuando estaba en la escuela muchas chicas y chicos se enamoraron de el.

Bueno, puede que más chicos que chicas, pero da igual.

– No te quedes pensando mucho en eso tarado, mejor arregla tus cosas, ¿te parece mejor, Bonito? – Cuando escuchó de nuevo la voz de Minho salió de sus pensamientos de forma muy rápida.

Han Jisung se encargó de organizar todo mientras su nuevo compañero se quedó todo el día en su computador.

Realmente quería saber que hacía.

O lo que más le importaba es saber por qué le había coqueteado desde que entró por esa puerta.

¿Había una mejor idea que hacerle algo de comer? No, pero el problema es que Han Jisung no era el mejor chef.

¿Pedir a domicilio? ¿Y si no le gustaba?

¿Y si lo volvía a atacar y lo besaba?

Imposible, bueno, no. Pero no es que lo fuese a besar.

***

El pelinegro llevaba más de dos horas en la cocina intentando un postre que había visto en un video. Era un postre de fresas y aunque pareciese muy sencillo era tan perfeccionista que le estaba costando hacerlo.

Estaba tan concentrado cocinando que no se dio cuenta cuando le robaron algunos pedazos de fresas o de leche condensada, Tampoco se dio cuenta cuando otras manos le ayudaron a batir todos estos ingredientes.

El chico seguía en su perfección hasta que las mismas manos delgadas que le habían estado ayudando haca más de una hora le rodearon la cintura por detrás mientras terminaba la decoración.

– Tienes que cortarlo más delgado, así me voy a atragantar por tu culpa. – Dijo el chico rubio mientras le ayudaba a cortar unas pocas fresas.

Los nervios de Jisung volvieron más fuertes que nunca.

– ¿Quién dijo que es para ti? – Respondió con pánico.

– Tu mismo dijiste que querías cocinarme algo mientras llamabas a tu amigo. Que traiga audífonos no significa que no escuche nada, tontito. – Rió Minho. – Y no voy a intentar besarte a menos que eso sea lo que quieras.

Las mejillas de Jisung se pusieron lo más de rojas posibles.

– ¡No quiero que me beses! Ah, toma tu comida, se me quitó el apetito. – Dijo Jisung mientras intentaba soltarse de las manos del otro.

– Lindo era broma, ven comamos juntos, no puedes dormirte sin haber comido... – Minho agarró una de las manos de Jisung antes de que se fuera, pero este solo se Soltó y se tiró en su cama.

– Claro que puedo dormir sin comer, toma tu estúpida comida. – Dijo Han antes de meterse en sus sábanas e intentar dormir.

Roomies. | Minsung.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora