Caso cinco: ¿Cómo son tan lindos?

3.8K 289 107
                                    

El amor de mi vida. 😻❤️

Hola mi Seungmin precioso,
¿Cómo estas?

¿Ya comiste algo?

¿Quieres que te acompañe a
comer algo?

Hola, no.

¿No has comido?

Ya llego a tu casa para
que desayunemos juntos.

...

Bien.

***

Jeongin, un chico bajito pero millonario se encontraba en su deportivo esperando a que Seungmin saliese de su casa.

Llevaba tres años enamorado de Kim, pero apenas le había pedido su número hace semanas, y todos los días solía molestarlo para verlo.

A Seungmin no le molestaba mucho, pero Jeongin asumía cosas muy fácilmente, y eso si que le molestaba.

- Hola, amor. - Dijo Jeongin sonriendo, mientras Seungmin solo subía a su auto. - ¿Qué quieres comer hoy, precioso?

- Kimchi. Y no me digas amor. - Respondió Seungmin.

- Está bien, querido.

Jeongin se dirigió a un restaurante un poco fuera de la ciudad, donde normalmente iban ejecutivos o personas de alto rango. El viaje duró casi dos horas y aunque Seungmin no quería este se quedó dormido en el auto.

No es que no hubiese dormido, pero se había levantado de inmediato y apenas logró bañarse cuando recibió el mensaje del pequeño.

¿Por qué salía con el si no le gustaba? Bueno, no es que alguien más se preocupara por el, sus padres vivían en el extranjero y solo volvían una vez al año, sus abuelos no les importaba su existencia y ni hablar de sus demás familiares.

- Amor, despierta, ya hemos llegado. - Dijo Jeongin tocando suavemente la cara de Seungmin.

- ¿Jeo? - Dijo el mayor medio dormido.

- Oh que lindo apodo, pero vamos que debes tener hambre. - Jeongin quitó ambos cinturones, se bajo del auto y de inmediato abrió la puerta del contrario, además que agarró su mano al entrar para que no se cayera.

El restaurante era precioso, tenía un jardín gigante con varias flores y ni hablar de como contrastaba todo con las mesas y sillas.

Seungmin nunca había estado en un lugar así de precioso.

- Oh señor Yang, que bueno verlo por aquí. - Dijo el mesero cuando llegó a la mesa de ambos. - Acá está la carta, cuando estén listos para pedir pueden decirme.

El mayor agarró aquel papel grueso y no quería ver ninguna comida, todos los precios era el triple a lo que valía normalmente todo. Su mira se dirigió a Yang, quien se dedicaba a buscar algo para su desayuno.

- Dame dos Kimchis. ¿Si, Lindo?

Seungmin solo asintió en silencio, prefería mil veces gastar ese dinero en diez platos de su comida favorita, pero al parecer para el otro era más que normal gastar tanto.

Roomies. | Minsung.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora