Prt.10

456 24 0
                                    

Me rendí abrumada, tirando bruscamente de mi cabeza, lastimandola al brusco toque de la mesa en ella, grité desesperada, intentando mostrar mi gran estrés, pareciendo una berrinchuda en el proceso

-Que sueño- había alargado aquello demasiado, gruñiendo nuevamente entre mis palabras- luego de tantas tareas y exámenes, no quedará nada de la primavera- lloriquie en mi lugar, aún quejándome e insultando al sistema educativo

-Oye me vas a deprimir- contestaba la burlesca Lisa, divertida de los berrinches

Posó su mano con delicadeza sobre mi rubio cabello, acariciando un poco de este, intentando dar calma

-Las flores de cerezo floreceran algo más tarde, veamoslas luego de dar los exámenes- propuso sonriente, irradiandome aquella felicidad de inmediato

-¿Es así?- hable torpe, sonrojandome de repente

Había descubierto que en cada toque de Lisa mi cara se ponía caliente, se enrojecia de repente, no sabía por qué ocurria, pensaba que mi piel reaccionaba así gracias a las formas que ella me había tocado con anterioridad, sea cual sea la razón, sucedía. Y aún lograba avergonzarme.

-Te quedaste sin palabras- interumpio Lisa de repente, obliganome a pegar un saltito al sentir su mano tomar la mía.

Temble un poco ante el contacto, maldiciendo mis interiores por aquello.

-Oh, no solamente sigo con sueño por no haber dormido anoche- escusaba aún con el tono carmesí pegado a mis cachetes, aumentando mi vergüenza rápidamente.

-No respondiste- se encontraba tranquila la morena, envidie de inmediato esa tranquilidad- Aunque no vayamos puedo verte en cualquier momento.

-¡¡Lalisa!!- grité exasperada, levantándome de golpe en busca de terceros- Deja de decir esas cosas hay muchas personas en la escuela- susurré aquello con terror

Temía que alguien la haya escuchado, maldecía a Lisa por su imprudencia, y me maldecía a mi por haberme imaginado aquello, volviendo los malos pensamientos a mi cerebro

Aún estaba procesando todo, aún algo alterada y sonrojada, cuando de repente un fuerte zumbido interrumpía mis pensamientos.

Lisa, se encontraba riendo divertida, soltando carcajadas.

Me obligué a preguntarme un gran '¿Que?', ¿por que ella se estaba riendo?, aún no comprendía que le había causando tanta gracia

Luego de un largo rato las carcajadas cesaron, permitiendo a Lisa explicarse.

-¿Que fue lo que dije para que reaccionaras de esa forma?- miraba atentamente la morena, esperando sonriente mi respuesta

Tomo mi mano entrelazando nuestros dedos, acariciando algunos mientras seguía a la espera de mi respuesta.

Respuesta que no llegaba porque me encuentraba demasiado avergonzada para aquello, sumándole a eso que ahora Lisa estaba tocandome y probablemente mi sonrojó era mil veces peor.

-¿mhm?- espetó apurada al no recibir aún ningún tipo de respuesta

-Tu, deja de bromear.- solté en regaño, haciendo que otra risita saliera de los labios de la mayor

En ese instante descubrí otra debilidad ante Lisa, ella me ponía nerviosa, demasiado para haber sido la persona con la que convivo desde hace años. Cuando ella estaba cerca me sentía una persona tímida, como un niño intentando hablar con la niña que le gusta. Me sentía extraña de repente, no comprendía nada de lo que sucedía cuando Lisa rotaba a mi alrededor.

Me levanté bruscamente, separando nuestro agarré, sorprendiendo a Lisa.

Sorpresa que se agravó cuando sintió como tome fuertemente su mano, para arrastrarla conmigo.

Malos pensamientos -Chaelisa GIP-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora