Los planes de Eywa - Aonung x Neteyam

9. Los chicos del bosque

"Estar contigo me hace querer mostrarte mi mejor versión, aunque a veces solo salga a flote la parte más frágil y estúpida de mí"

POV. AO'NUNG

Neteyam seguía enojado conmigo y yo todavía no encontraba la lógica o razón a su enfado.

Mi terrible situación con esa pequeña criatura había empezado desde que pusieron pie en el arrecife, hace aproximadamente diez meses.

Recordaba claramente su expresión de confusión cuando no devolví el saludo y la mala cara de él y de toda su familia cuando mi madre los tachó de demonios y falsos Na'vi.

Creo que la primera vez que mis ojos contemplaron a Neteyam no pude evitar sentir una mezcla de envidia y admiración, era el hijo del grandioso Toruk Makto, heredero del Clan Omaticaya y por su procedencia, un niño de oro. Para mí todo eso no era más que una simple estafa que los padres proporcionan a todos para quedar bien frente a los desconocidos.

Eso pensaba.

Neteyam tenía un buen porte, por supuesto era delgado y pequeño a comparación de algunos varones Metkayina pero eso no dejaba de hacerlo ver apuesto y elegante, se portaba amable y respetuoso con todos, aprendía rápido y aceptaba de buena gana todas las críticas, marcando totalmente una gran diferencia frente a sus otros hermanos, quienes eran más infantiles a comparación de él. Sin embargo, había algo que simplemente no deja mostrar sobre sí mismo, eso fue lo primero que capturó mi interés hacia él.

Parecía que no podía mostrarse débil o fallar ante los demás, siempre ponía buena cara y se atribuía culpas que no le correspondían.

Los Sully habían llegado a opacar en el clan Awa'atlu, Neteyam había llegado a opacarme con su genialidad.

Debo admitir que el instante en el que me di cuenta de que tenía sentimientos no amistosos hacia este chico me sentí estúpido y aberrante. Neteyam era lo que se suponía que yo debía ser, no podía admitir que me gustaba, quizás solo había llegado a admirarlo demasiado; además, ellos eran de otra tribu, un lugar que los volvía diferentes a nosotros no solo en localización, sino también en apariencia, costumbres y espiritualidad.

Sin embargo, ahí estaban Tsireya y Rotxo, mi hermana siempre había sido ese pilar de luz entre las penumbras y mi leal amigo era el mejor consejero que podía haberme dado la vida. Juntos lograban completar un sentimiento positivo hacia mi persona, realmente esperaba que yo también pudiera estar dejando una huella parecida en ellos.

Mi hermana se enamoró de un Sully, y por supuesto, yo me enojé. Honestamente, no siento que mi enojo se debería a que el individuo involucrado sea el bobo de Lo'ak (quizás sí) o porque el chico era un mestizo; Tsireya era valiente, ella tenía lo que yo quería lograr, ella tenía las acciones y las palabras para mover grandes oleajes y alcanzar su meta.

Yo, totalmente contrario a ella, era un cobarde.

Un maldito cobarde.

No por nada se me consideraba la grandísima decepción de la familia, creo que eso hizo que no odiara a Lo'ak en primer lugar.

Durante los primeros meses que estuvieron en el clan, olvidé por completo mi propósito como hijo del jefe, me dediqué a las riñas de Lo'ak y Kiri como un mocoso menor de diez años, y entregué toda mi atención a Neteyam.

A veces creo que perdí mi tiempo, es lo que menos tengo ahora.

Cuando confirmé mis sentimientos tuve la necesidad de que nadie se diera cuenta, mis padres podrían matarme, los miembros de la tribu me mirarían mal y mi hermana, ¿qué pensaría ella?¿habría estado de acuerdo porque ella también encontró su gusto en un Omaticaya? A Rotxo se lo veía muy ilusionado con Kiri, creía que él de alguna manera también podría comprenderme.