Mi cabeza tenía un gran nudo, al igual que mi garganta y mi estómago. Me sentía desnudo en un hogar ajeno, sentado en un incómodo sofá sin ver un lugar fijo, solo un bonche de propaganda de comida tirada en el suelo bajo una mesa de madera que servía como centro.
Me estaba ahogando en mis pensamientos.
⏤Toma esto, por favor ⏤Vi una taza redonda amarilla siendo sostenida por un par de manos largas y delgadas.
Negué con mi cabeza.
Me sentía como el perro desnutrido que algún buen samaritano encontró y lo recogió para llevarlo a casa.
⏤Házlo. Te hará bien.
Estaba hecho un caos. No podía levantar la mirada a los ojos del anfitrión que me miraba, lo sabía porque lo sentía. De inmediato sentí más presión en mi pecho, casi como si estuviera obligado a ser amigable con él después de la forma tan violenta en que fue nuestro primer encuentro hace sólo dos horas atrás.
⏤Entiendo que esto no sea cómodo y no te molestaré si lo que deseas es estar tranquilo ⏤dijo. Noté que partiría porque dio un paso atrás, fue entonces cuando tomé el valor de mirarlo. No era para nada como lo vieron mis ojos llorosos la primera vez⏤. Hola ⏤saludó con una sonrisa torpe ante la amargura que podía sentirse gracias a mí.
⏤¿Qué es eso? ⏤pregunté evidentemente refiriéndome al contenido de la llamativa taza que él sostenía.
⏤Té de manzanilla ⏤respondió manteniéndose tranquilo, nada comparado al estrés que mantuvo en nuestra primer conversación⏤. Tiene muchos beneficios, podría ayudar con tu ansiedad.
Intentando parecer desinteresado, tomé aquel contenedor con mis dos manos notando que estaba caliente. Cuestioné cómo es que aquel desconocido pudo sostenerla durante un tiempo considerable sin presentar incomodidad o algún derivado. Cuando lo recibí, él sonrió más amplio y se dirigió al sillón individual que quedaba en paralelo al que me sostenía. No me quitó la mirada en ningún momento hasta que bebí un sorbo de la bebida amarga que había entrado a mi sistema ocasionando náuseas instantáneas. La mueca que puse lo dijo todo. Él se levantó y me ayudó a dejar su estúpido té en la mesa del centro de su sucia sala.
⏤¿Qué pasa?
⏤Sanitario ⏤Supongo que eso fue suficiente para que él tomara mi brazo derecho haciéndome recargar mi cuerpo sobre el suyo hasta dar pasos rápidos a una puerta de madera que él mismo abrió para dejarme dentro del cubículo de paredes con azulejos blancos, cerámica beige y un espejo mediano frente al que me paré, pues debajo de él se encontraba el lavamanos con sus llaves plateadas reflejando mi cuerpo en ellas.
No noté lo débil que estaba mi cuerpo hasta ese momento que mis piernas flaquearon y estuve a punto de caer, no sin antes haber visto mi rostro en el espejo. Ese era yo. Una gran miseria viendo fijamente a otra gran miseria.
Comencé a temblar y las náuseas se intensificaron haciéndome intentar volver frente a mi propio reflejo sin éxito. No había nada en mi estómago que pudiera expulsar.
Todo lo que estaba sintiendo era confuso. Sentía mi cuerpo tan débil que a penas y podía estar de pie. Mi cabeza no dejaba de dar vueltas y mi pecho dolía.
Escuché que el desconocido hablaba, pero no entendía lo que decía. Y así perdí al menos media hora de mi patética vida tirando agua fría sobre mi cara e intentando descifrar lo que él decía, solo hasta que pude abandonar ese cubículo y salir para recibir una bofetada de aire de madrugada.
⏤¿Mejor? ⏤Lo miré para notar que su cabello era largo, negro, parecía un emo cualquiera de los muchos que pude haber encontrado en la calle en los 2000s si tan sólo fuera más viejo de lo que ya era⏤. Encontré estás pastillas y en la cocina dejé un vaso de agua para ti, tómalo si gustas ⏤Me mostró el frasco de algún antiemético de venta libre que conservaba en algún sitio de su espantoso hogar. Yo lo tomé, pero no tenía intenciones de ingerir esas tabletas, solo no quería hacerlo sentir mal, mucho estaba haciendo por mí al recibirme en su casa, aunque tal vez pudiera tratarse de un secuestrador en busca de dinero. Ya no tenía miedo de eso, pues ¿qué es lo peor que le podría pasar a un traumado como yo? ¿La muerte? Es lo que buscaba desde un principio.
⏤Gracias.
⏤¿Quieres descansar? ⏤Suponía que estaba exagerando con su interés que yo apostaba por que era falso, tan falso como mis nulas ganas de romperme en ese momento.
⏤En paz ⏤Al parecer no sabía tomarse bien los chistes y lo deduje por el semblante en su rostro. Después de todo era yo quien quería saltar al vacío, no él⏤. Está bien, llévame a descansar ⏤ordené sin siquiera preguntarme si era seguro quedarme ahí más tiempo, pero llegué a la conclusión de que corría más peligro estando solo que con un emo que no parecía tener el corazón tan frío como el estereotipo decía.
Él, enseguida, me dirigió a las escaleras que había a tan solo unos pasos de donde estábamos parados, justo frente a la puerta del sanitario. Intenté seguir su ritmo, pero me parecía dificultoso, me sentía agitado y cansando, pero él no podía notarlo. Ambos nos detuvimos frente a otra puerta de manera, esta de color rojo, que no combinaba para nada con las demás de la casa.
A ese punto comenzaba a preguntarme si es que él vivía con otra persona, quizás con sus padres, pues no se veía como un adulto responsable, más bien parecía un niño disfrazado de edgy con sudaderas largas negras, pantalones sueltos y un par de zapatillas, por supuesto que negras, ¿de qué clase de persona estoy hablando?
⏤Duerme aquí, es mi habitación ⏤dijo haciendo señas para que entrara ahí mismo lo cual hice, pero con desconfianza. Al concluir esa tarea, me dispuse a analizar todo a mi alrededor, quizá era el lugar más limpio dentro de esa incubadora de bacterias llamada casa. Sus paredes grises y pósters de animes o bandas de rock que desconocía, me hizo sentir menos presionado, pues al parecer él era un chico normal, tal como yo⏤. Esa es mi cama. Descansa ahí y no tengas miedo, estaré despierto por si necesitas algo.
Mi mente trabajaba en torno a la pregunta de: ¿qué es lo que hace pensar que necesitaría su ayuda? Y la posible respuesta era: sólo mírate.
⏤Está bien.
⏤Tal vez te sientas en desconfianza porque nos conocimos hace unas horas y yo ni siquiera sé tu nombre, así disculpa si es así, sólo quiero ayudarte ⏤hablaba tan casual que me hacía pensar que (probablemente) no era el primer extraño que metía a su casa, quizás estaba acostumbrado, pero no estaba seguro como para asumirlo.
⏤TaeHyun.
⏤¿Perdón? ⏤Él estaba a punto de irse, pero en cuanto escuchó mi voz, dio media vuelta y me miró a los ojos.
⏤Ese es mi nombre.
⏤Suena lindo ⏤Y Sonrió. ¿Acaso no podía ser un emo normal desalmado?⏤. Descansa.
Esa vez partió en serio hacia cualquier lugar que yo desconocía. Mi cabeza tenía un peso más: ¿En serio me dejaría solo ahí? ¿No tenía miedo de que yo fuera un ladrón o psicópata asesino? ¿Por qué resultaba estar tan confiado de mí?
Me dirigí a su cama luego de apagar la luz. No me importaba más si era un maldito roba riñones o un maníaco que me dejaría calvo, sería una buena anécdota que contar en mi juicio final cuando por fin funcionara la idea de irme para siempre del plano terrenal.
Al menos si es que él me lo permitía.
Holaaa<3 ¿Cómo han estado? ¿Qué tal todo?Yo sigo sin recuperarme del CB, cada vez que veo el video me desmayo un poco más jaJajjaj que por cierto, ya van 45M sigan reproduciendo 😭😭
(también el be original de studio choom porque tiene muy pocas reproducciones)Y luego de la descarada promoción, muchas gracias por todo. Cuando publiqué la introducción no pensé que llegarían a leerlo tan rápido, muchas gracias =C
Así que, nada, ¡espero leerles en el siguiente capítulo!
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Fight Bleed Lose | TaeGyu
FanfictionTaeHyun, agobiado con el peso de la miseria, estaba dispuesto a terminar con su vida aquella madrugada. BeomGyu era un peatón común que encontró a un chico a punto de saltar. 🥈 Segundo puesto en la categoría Historia Larga de Freefall Awards ¡! Me...