En la temible oscuridad de una noche de un funesto invierno, cada parte de mi cuerpo se vio corrompida por las corrientes saladas que me arrastraban con la fuerza que debían sostener hacia las profundidades, a donde no había candela que pudiera seguir.
Intentaba salir, pero mis piernas se sentían pesadas, atadas a las algas bajo mis pies que no hacían algo más que sostenerme. Mis brazos no lograban salir por completo del océano y no había nada, nada más entre tanta niebla, tanto cielo, solo mar y sin rastro de tierra.
Poco a poco comencé a hundirme, como un barco inundado, como una metáfora a mi vida.
Mis pulmones rogaban oxígeno, pedían a gritos respirar. Mi corazón parecía querer saltar fuera de mi pecho en busca de piedad. Estaba desprotegido, mi ropa húmeda, mi cuerpo poniéndose rígido y frío. Mis ojos comenzaron a cerrarse y supe que sería el final, estaba perdiendo la vida, mi vida.
Pero desperté sobre un sofá en una sala solo iluminada por el color de un televisor reproduciendo las noticias de la Nación en un horario cuestionable.
Mi respiración estaba tan agitada que mi única opción para estabilizarla fue sentarme con la espalda recta y comenzar a hacer fuertes inhalaciones con la poca fuerza de un pecho que ardía y saltaba con las contracciones de un corazón aturdido. Había un zumbido en mi oído que me hizo soltar un quejido de incomodidad, el mismo que hizo que mi mente comprendiera que esa visión fue solo una pesadilla, una tan vívida que, al reflexionar, pasé mis manos inestables por mis piernas frotando ligeramente contra mí mezclilla por si es que había derramado agua sobre él o quizás algo mucho peor, como haber derramado los desechos líquidos de mi cuerpo inconsciente. Siempre tuve miedo de que mis sueños rozaran con la realidad.
Escuché un delicado ronquido a mi costado haciéndome entrar en mesura otra vez, pues era BeomGyu descansando desparramado a un lado mío en tanto que sostenía un tazón vacío que antes estaba lleno de frituras.
Estuvimos juntos horas antes de despertar alterado viendo las películas que anticipaban la noche, pero ese momento terminó cuando ambos cerramos los ojos para ceder al sueño. Ya no era noche, estaba amaneciendo y el sol se preparaba para alumbrar, entonces supe que algo andaba mal, pues BeomGyu debía estar trabajando, no dormido a mi lado.
⏤Hey ⏤murmuré. Tampoco quería ser ese tipo de molestia para él aunque fuera difícil lograrlo, BeomGyu tenía el sueño pesado. Tiré un trozo de fritura en su cara, brinqué un poco en el asiento, dije en repetidas ocasiones su nombre, pero nada tenía un buen resultado, hasta que me acerqué a su oído y sople un poco en él. BeomGyu despertó de inmediato riendo, al parecer alteré sus cosquillas⏤. ¿No deberías estar en la tienda de conveniencia?
Me miró extrañado, quizá pensó que estaba hablando con un extraño, con uno malhumorado porque no había una expresión agradable en mi rostro, al contrario, parecía un amargo y sucio chico en contra del sistema y, en el fondo, yo era eso.
⏤¿Trabajo, BeomGyu? Entras a las 12 y sales a las 8, ¿qué haces aquí? ⏤cuestioné. Nunca fui fanático de seguir los horarios ajenos y ser el justiciero que los hacía cumplirlos, estaba familiarizado con algunos, pero no me interesaba; no tenía interés en mi propia rutina, mucho menos en la de alguien más. Aunque supongo que BeomGyu pensó lo contrario en el momento, pues fue su rostro de fatiga conteniendo una risa me hizo sentir⏤. ¿Te vas a burlar? Me estoy preocupando por ti. No, en realidad no es eso, no me estoy preocupando por ti.
Bien dicen que las reacciones más naturales vienen de un estímulo repentino.
⏤¿No te preocupas por mí? ⏤preguntó con una voz adorablemente arrastrada con la mucosidad que generó su garganta por la noche. Sí, suena asqueroso, pero es biología.
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Fight Bleed Lose | TaeGyu
FanfictionTaeHyun, agobiado con el peso de la miseria, estaba dispuesto a terminar con su vida aquella madrugada. BeomGyu era un peatón común que encontró a un chico a punto de saltar. 🥈 Segundo puesto en la categoría Historia Larga de Freefall Awards ¡! Me...