Fight Bleed Lose | TaeGyu

09. Remembranza.

⏤Dos refrescos de trescientos cincuenta y cinco mililitros, tres mil wones.

Asentí entregando mi dinero. Ese cajero aceptó mis billetes y me dio un recibo que me recordaba lo que había gastado en dos refrescos, un robo. Tomé mis botellas y salí del local hacia donde BeomGyu me esperaba tocando los pétalos de las flores que habían en una jardinera que decoraba el exterior.

⏤¿Qué compraste? ⏤preguntó él acercándose a mí con una sonrisa ansiosa. Hacía minutos le había prometido una lata de Coca Cola, al parecer le fascinaba, pues cuando la entregué, ni siquiera terminó de agradecerme cuando retiró el corcho y comenzó a beber de ella como si hubiera estado una vida entera en el desierto. Sonreí inconsciente ante su notoria emoción⏤. ¡Gracias, TaeHyun! Aunque no era necesario, deberías guardar tus ahorros para ti mismo.

Si tan solo supiera de donde había salido mi dinero, él también quisiera botarlo en cualquier banalidad frente suyo.

⏤Es agradecimiento por haberme llevado a desayunar de nuevo a ese lugar, supongo que es tu favorito y que me incluyas en ese tipo de planes me hace sentir que soy importante ⏤Claro que me refería al hogar de los Waffles que acepté sólo porque mi orgullo no había despertado conmigo por la mañana cuando todas las notificaciones de mi celular giraban en torno a la asquerosa tradición de aumentar un año de vida⏤. Vámonos de aquí antes que salgan a reclamar ⏤ordené y comencé a caminar mientras abría mi propia lata.

BeomGyu me siguió extrañado sin saber a qué me refería, sin saber que bajo mi camiseta habían dos tablillas de goma de mascar y enjuague bucal tamaño viajero, pero no estaban presentes en la factura.

Con cada paso que daba sentía arrepentimiento, pero estaba acostumbrado, se iría con el pasar de los minutos e incluso horas, jamás había estado conmigo por más de un día. Así que, sonreí, no tenía una mejor manera de aparentar que todo estaba en orden aunque en el interior era lo contrario.

⏤¿A dónde vamos? ⏤preguntó BeomGyu en cuanto logró alcanzarme y sincronizar nuestros pasos. Sin detenerme, encogí mis hombros⏤. Pensé que querías hacer algo divertido hoy.

⏤¿Por?

Yo sabía una razón, él ni siquiera lo sospechaba. La diversión yacía en sentir que estaba envejeciendo y con pasos pequeños me acercaba al juicio final, esa era la utópica felicidad que me acarició al abrir mis ojos por la mañana, eso era divertido para mí, sentir que mi cuerpo moría cada día un poco más.

⏤Pues, pensé que había sido aburrido para ti permanecer todo el día encerrado en mi casa ⏤Lo miré con incredulidad. Él no lo sabía, pero me había divertido más una semana en su casa que durante diecinueve años en casa de HyoJeon⏤. Sé que eres ermitaño, pero no te haría daño tomar el sol al menos una vez por semana.

⏤Ni que fuera lagartija para depender del sol.

Él soltó una carcajada, pero enseguida cubrió sus labios con la mano que tenía disponible. No tardó más de cinco segundos de esa manera porque comenzó a disculparse entre susurros. No estaba ofendido en lo absoluto, pero actué como si ese fuera el caso, pues el momento perdería la gracia si es que comenzaba el sentimentalismo y abordaba en la conversación mi filosofía sobre las falsas disculpas.

BeomGyu comenzó a tirar de mi brazo suplicando un perdón desesperadamente a pesar de haber notado que solo estaba jugando con él cuando decía que estaba demasiado molesto con él por haberse burlado de mi agridulce comentario. Y siguió, sólo hasta que de repente escuché un grito agudo de celebración que provenía de sus cuerdas bucales. Casi derramé el resto de mi gaseosa en el pavimento de la calle, no sucedió, en su lugar me dispuse a mirarlo con gesto de desagrado por el aturdimiento de mis oídos.