Fight Bleed Lose | TaeGyu

16. Visitantes.

Ninguna palabra era capaz de describir lo que había significado aquel domingo en mi cuerpo herido sobre una de las banquetas en la que tropecé rasgando más mis rodillas.

El precio del trabajo.

Pero no dije nada o quedaría como un idiota frente a mi nuevo jefe que me contrató cuando notó que el día de prueba lo había superado "sin inconvenientes" pese a la molestia de SooBin que se fue antes de tiempo a su hogar que casualmente era en aquel edificio que estaba arriba de la pastelería.

El señor Choi me informó sobre todo lo que pasaría en la semana y como el martes, 14 de febrero, habría más trabajo del normal. Un día para ilusos e infieles.

⏤¿No tienes novia, muchacho? ⏤Me cuestionó, no supe que decir, pues nunca había tenido pareja en mi vida y estaba seguro que nadie me gustaba en ese momento, al menos no como imaginaba porque tal vez si me gustaba alguien, pero mi situación era estática, no servía de nada⏤ Si ese es el caso, puedo hornear el regalo perfecto para ella.

⏤No tengo novia ⏤admití tratando de sonar convincente, no era como si escondiera un amor secreto, sólo trataba de ser directo.

⏤Bueno, ellas se lo pierden ⏤dijo anotando en su libreta de dibujos infantiles del tamaño de su mano algunas palabras que no me atreví a ni siquiera intentar leer. Era indiscreto, pero tenía mis límites⏤, o ellos. ⏤Añadió al final lo que hizo que por mi espina dorsal atravesara un aire frío que hizo a mis manos temblar.

⏤Estoy mejor así ⏤No tardé demasiado en darle una contestación, era la forma más formal de demostrar que no mentía, a pesar de lo que mi cuerpo decía.

Él se quedó revisando sus papeles por algunos momentos al reír ante mi contestación y asentir con el mismo ánimo. Yo me quedé en silencio viendo el movimiento de su lapicero y escuchando el sonido que ejercía al hacer fricción con los papeles que parecían importantes.

Comencé a preguntarme, si es que deseaba sobrevivir, ¿me vería de esa forma? ¿Llegaría a su edad cuando mínimo? Mi cabeza comenzó a dar vueltas con esa idea, yo no me veía de mayor, no podía imaginarme que haría en una semana o si tan siquiera tendría un techo por la noche. Jamás sería un hombre por completo y, al prestarle atención a la argolla dorada que tenía en el anular izquierdo, supe que tampoco realizaría mi ciclo vital encontrando el amor en alguien más, ni siquiera podía amar, amar es arduo cuando tu vida es un caos.

Suspiré algunos segundos previos a su llamado lo que me hizo levantar la cabeza y verle a los ojos, tal como lo hacía antes.

⏤Puedes irte, mañana tendremos un día pesado ⏤anunció dándome un sobre amarillo cerrado. Yo lo recibí dándome cuenta que por dentro tenía algunos billetes⏤. Pago por adelantado, no lo desperdicies.

Abrí rápidamente aquel sobre dándome cuenta que ahí estaba el dinero de al menos quince días laborales de los cuales no estaba seguro si podría sobrevivir al menos cinco. Si antes sentía la necesidad de esforzarme y no decepcionarlo, aquello me dio las agallas suficientes para no sentir que él tropezón de la mañana era suficiente para salir corriendo.

⏤Usted es el mejor ⏤respondí por inercia con la felicidad acumulada en mi rostro, alguna que jamás creía sentir enfrente de mi nuevo jefe padre del chico que me odia.

⏤SooBin lo dice seguido, sólo cuando está de buenas ⏤Camina dándole vuelta al mostrador para llegar a mí y darme un par de palmadas en la espalda lo que hizo que mi corazón colapsara, se sintió tan fraternal que sentía que podría llorar⏤. Anda, yo confío en ti. No me decepcionarás.

Él confiaba demasiado en mí, más de lo que yo lo hacía. Tal vez lo hacía porque me necesitaba demasiado y le temía a mi renuncia. Era difícil de saberlo porque después de todo, jamás signifique mucho para alguien, pero quizá en asuntos de trabajo era distinto.