Valhalla | Jason Todd

IV

Recorrimos la ciudad hasta llegar a la parte central, en el camino pude ver a las personas pasearse con normalidad, algunos bebían mientras pintaban las paredes con aerosoles de distintos colores, otros tenían peleas y también había gente dormida en los rincones de cada edificio, Dick tenía la peculiar costumbre de conducir con mucha precaución, supongo que vivir aquí le había enseñado que en cualquier momento alguien podría salir de la nada justo como nos sucedió hace unos minutos.

Llegamos a la casa de seguridad que Dick mencionó, era mediana y tenía un estilo minimalista, me gustaba el decorado, me transmitía la sensación de paz.

—Tu habitación está arriba de lado izquierdo, tienes un baño, la cocina es libre, puedes tomar lo que quieras -indicó el detective.

—¿Tú también te quedarás aquí?

—Sí, no te preocupes, no dormiremos juntos -bromeó.

-reí- no creí que un detective tan serio hiciera bromas -pensé.

—Antes de que subas, quiero mencionar algunos acuerdos -asentí- estamos aquí para resolver el caso Gotham, sé que no eres una detective u oficial, lo que sí sé es que tienes información valiosa que nos puede ayudar a terminar esto más rápido de lo que se cree.

—Pero -mascullé.

—Va a ser difícil de digerir -interrumpió- debes saber que hay pequeños avances, conocemos a la persona que tiene a tu hermano y a los demás, también sabemos que te está buscando.

—¿Quién es la persona? -inquirí con preocupación.

—Supongo que tu hermano te contó algo sobre él -suspiró- es Deathstroke.

Pude sentir como cada parte de mi cuerpo se tensaba, una sensación de miedo me invadió cuando escuché su nombre.

—¿Por qué? -mencioné en un susurro.

—No lo sabemos, es por eso que debes ayudarnos con todo lo que sepas, no quiero presionarte pero te daré un día para que tomes una decisión, como mencioné antes, no puedo obligarte a nada solo recuerda que hay vidas en juego y que ahora tú también eres parte de esto.

—¿No consideraron que el traerme aquí era demasiado peligroso?

—¿Ibas a aceptar un no por respuesta? Sé lo mucho que quieres encontrar a tu hermano por méritos propios y antes de que entraras a la ciudad de forma ilegal preferí traerte yo mismo.

—No es ilegal si ya soy mayor de edad -reproché.

—¿Ah sí? Muéstrame tu identificación -dispuso.

—Yo, la perdí hace una semana.

—Mientes.

—Tengo una foto -le extendí mi celular- ¿sigo siendo una mentirosa?

—Cualquiera puede falsificar una identificación, no pareces de diecinueve -mencionó acercándose a mi- si no hubiera tomado tus datos cuando diste tu declaración pensaría que tienes dieciséis.

—Pues no, ya tengo la edad suficiente para entrar a cualquier lugar de forma legal -agregué, su forma tan repentina de acercarse me había puesto nerviosa- ¿Podrías darme mi celular?

—Sí, toma -me entregó el aparato para después alejarse- ve a descansar, ya casi son las nueve, yo tengo que ir a la comisaría, hay mucho trabajo por hacer, cualquier cosa yo te aviso.

—Está bien -tomé mis cosas y subí, había sido una conversación de bienvenida muy pesada.

[...]

Había terminado de acomodar las cosas que traje, mi habitación era lo suficientemente espaciosa y tenía un balcón que daba una vista demasiado hermosa, decidí darme una ducha para comenzar con mi búsqueda.