"Tú y yo por siempre" Capítulo 12

32 3 7
                                    


"Un milagro de amor" ¿Qué quería decir con eso? No estaba segura de lo que me había dicho Juan Pablo en el sueño, pero me dio mucha curiosidad y quería saberlo todo.
De pronto, sentí unos brazos fuertes y cálidos que rodearon mi cuerpo. Volteé y ahí estaba Emilio, mirándome con una gran sonrisa. ¡Dios, qué felicidad despertar a su lado! Pensé.
La pandemia estaba controlada, la alegría en las calles era evidente. Todos nos sentíamos libres y con esperanza. Emilio y yo aprovechamos para hacer el viaje que me había prometido. Buscamos un lugar hermoso, una playa paradisiaca lejos de la ciudad y de todo.
Cuando llegamos, mis ojos nos podían creer la belleza del lugar. El agua era azul como el cielo y la arena era blanca y suave. Pasamos unos días maravillosos llenos de amor y mucha aventura. Una de esas noches, Emilio me pidió que me vistiera de gala, lo más guapa que pudiera. Así que se salió del cuarto y tomé algunas horas para ponerme bonita. Me puse un vestido rojo y hermoso porque sabía que le encantaría y me peiné y me maquillé como nunca.
Yo estaba nerviosa, a pesar de conocer bien a Emilio seguía poniéndome nerviosa, estaba completamente enamorada y me parecía el hombre más guapo del mundo. Sentía como si fuera nuestra primera cita, como si estuviera saliendo con el chico más guapo de la escuela.
Emilio me llamó, me esperaba en recepción para ir a cenar. Y cuando bajé, estaba ahí parado de espaldas, vestido muy elegante y guapo. Entonces, volteó y me vio...la sonrisa no le cabía en la cara y supe que efectivamente, el vestido le había encantado.

EMILIO: ¡Wow, estás hermosa!

Yo me sonrojé y le di un besito cálido.

MAR: Tú también estás guapísimo. ¿A dónde vamos? ¿Por qué estamos de gala?

EMILIO: Es una sorpresa, estoy seguro de que te va a encantar.

Cuando salimos del hotel, nos esperaba un auto lujoso el cual nos llevó a nuestro destino. En todo el camino, Emilio no paraba de mirarme y de sonreír, y yo...me sentía en las nubes.
Por fin llegamos al lugar, caminamos un poco hasta un muelle. Y para mi sorpresa, el muelle estaba completamente iluminado y adornado con flores y pétalos de rosas por todo el suelo. Yo estaba muy emocionada, nunca había recibido una sorpresa así, definitivamente Emilio era el hombre de mis sueños.
Caminamos por aquel muelle hasta llegar a una plataforma redonda, rodeada por el mar. En el centro había solo una mesa para nosotros dos, todo era muy elegante y un violinista tocaba algunas piezas románticas.
Nos sentamos a cenar y Emilio se veía muy feliz pero también algo nervioso. Como siempre, platicamos mucho y de todo.

MAR: No puedo creer que estemos aquí. ¡Muchas gracias por la sorpresa! Este es el lugar más hermoso que he visto.

EMILIO: Tú te mereces todo esto y más. No sabes lo feliz que me haces.

Yo tomé su mejilla con cariño, cuando de repente se levantó de la silla y le hizo una seña al violinista, el cual comenzó a tocar una canción preciosa. Todo fue tan rápido, que me sentí confundida por un momento. No sabía que estaba pasando, hasta que Emilio se hincó y tomó mi mano. Yo no podía creer lo que estaba a punto de pasar.

MAR: (APENADA) Emilio, ¿qué está pasando?

EMILIO: Bueno, esta es una cena muy especial. Ya te lo he dicho muchas veces pero, eres una mujer muy especial par mi, la más especial y más importante. Todavía no sé cómo es que nuestros caminos se juntaron, pero ha sido lo mejor que me ha pasado.

Yo comencé a llorar de felicidad y de amor, mi corazón no cabía en mi pecho.

EMILIO: Quiero que sepas que te amo y que no hay nada que quiera más en este mundo, que casarme contigo. Me muero porque seas mi esposa y despertar a tu lado cada mañana.

Entonces, sacó una cajita de la bolsa de su pantalón. La abrió y en ella había un anillo hermoso y brillante.

EMILIO: Mar...¿te quieres casar conmigo?

Y sin pensarlo más, lo abracé fuerte y contesté.

MAR: ¡Sí, claro que sí! ¡Por supuesto que sí! Te amo.

Los dos llorábamos de felicidad, de emoción. Me puso el anillo y nos abrazamos fuerte, sin duda fue el mejor día de nuestras vidas. Toda la noche bailamos y reímos como nunca. Yo estaba decidida a cambiar mi ritmo de vida y lo que tuviera que cambiar para estar con él, sabía que nos esperaba un futuro maravilloso.
La pandemia había cambiado mi vida, era una mujer diferente y me sentía plena.
Desde que era pequeña, mi lugar favorito era el mar y en cada uno de mis viajes, tenía la costumbre de salir a caminar por la playa. Sentía que era un momento íntimo en el cual tenía la oportunidad de pensar y disfrutarme a mi misma. Así que, en ese viaje no fue la excepción. Y una mañana, mientras Emilio dormía, bajé a esa hermosa playa y caminé y caminé. En un momento me senté en la arena y comencé a imaginarme cómo sería nuestra boda y a fantasear con aquel día tan esperado.
Cerré los ojos para respirar profundo y sentir la brisa del mar. Y de pronto, recodé la boda a la que un día fui con Juan Pablo, otra vez vino a mi la frase "es un milagro de amor" y recordé que en aquella ocasión, él me contó que los novios que se estaban casando, estaban juntos porque una tercera persona los había juntado. Y a esa situación la llamó "un milagro de amor". La piel se me enchinó y de pronto todo tuvo sentido. Tuve la certeza de lo que había pasado, me sentí conmovida y muy feliz.

MAR: "Un milagro de amor" ¡Claro, claro" Ahora lo entiendo todo.

Comprendí que Juan Pablo nos había juntado, él adoraba a Emilio como su amigo y sabía que era una buena persona. Y fue por eso que él ayudó a que mis padres compraran esa casa, porque sabía que ahí nos íbamos a conocer y que seríamos compatibles. Él trató de juntarnos y le salió perfecto. Fue una acción de amor, un milagro de amor.
En ese momento, cuando comprendí todo, me puse muy feliz y estaba muy gradecida. Respiré profundo y me sentí cerca de Juan Pablo.

MAR: ¡Muchas gracias! ¡Gracias por cambiarme la vida!

Sentí claramente, como JP acarició mi mejilla con cariño y se alejó tranquilo y contento. Ahí supe que yo estaba lista para vivir y que él lo sabía. Y en ese momento se fue, el ciclo estaba cerrado y ya nunca volví a verlo.

Por primera vez en mucho tiempo, me sentía plena, feliz y lista para vivir la vida.
Y así fue.
Emilio y yo después de unos meses, tuvimos la boda más maravillosa del mundo. Toda nuestra familia y amigos cercanos nos acompañaron en el día más importante de nuestras vidas. Y hoy después de un año, esperamos felices a nuestro primer bebé.
Muchas gente busca el amor, y otros cuantos huyen de él. Pero después de todo esto, he aprendido que el amor siempre llega y por más difícil o extraño que parezca, siempre, siempre, hay alguien perfecto para cada uno de nosotros. Nuestra otra mitad, el verdadero amor de nuestras vidas.
Las historias de amor, siempre superan a cualquier historia o película de ficción y eso, es lo más maravilloso de la vida.
Sigamos buscando al verdadero amor, sigamos buscándonos hasta encontrarnos.

PalomaDF

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 11, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

"Te amo en pandemia"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora