Por un momento no supe qué hacer. Pensé en lo que había investigando sobre él. ¿Lo dejó pasar o no? ¡No lo conozco, no sé si sea peligroso!
Pero en cambio él, estaba parado ahí frente a mí, empapado y con una sonrisa encantadora. Así que abrí la puerta.
EMILIO: ¡Buenas noches! Soy Emilio, tu vecino de aquí en frente.
En medio de la pandemia, había ciertas reglas, como por ejemplo: No saludar de beso, no contacto físico y guardar cierta distancia. Todo esto para evitar contagios.
Entonces, él iba a darme la mano pero se arrepintió. Estaba un poco nervioso.
MAR: ¡Hola, pásate! Mucho gusto, yo soy Mar.
En cuanto entró, Raviole se le acercó y se restregó contra sus piernas. Era evidente que eran cercanos porque Emilio se agachó a acariciarlo.
EMILIO: ¡Mucho gusto, Mar! Perdón que venga tan tarde, pero es que dejé mis llaves en el hospital y no tengo cómo entrar a mi casa.
Yo debía hacer como que no sabía nada de él.
MAR: Ah, mira. Entonces eres médico.
EMILIO: Sí, sí, sí. Soy médico y ahorita con la pandemia estoy de lleno en el área del virus. Por eso me apena mucho venir, porque no debería de tener contacto con nadie así sin protección.
MAR: No te preocupes, he echo yo tampoco. Probablemente soy portadora, estoy esperando a que me den los síntomas o me hagan prueba.
Por un momento nos quedamos entendiendo la situación, definitivamente ese encuentro no podía tomar más tiempo.
EMILIO: Bueno, pues... vine por mis llaves. Tus papás me hacen el favor de guardar un duplicado por este tipo de emergencias. También yo tengo uno de aquí, por si alguna vez lo necesitas.
Yo no sabía en dónde podrían estar sus llaves y él lo notó.
EMILIO: Yo sé en dónde están.
Y con toda la confianza, se acercó a uno de los cajones y sacó las llaves.
EMILIO: Listo. Me voy. Muchas gracias.
Se dirigía a la puerta para irse cuando se detuvo.
EMILIO: Cualquier cosa que necesites...si tienes síntomas, dime. Si te sientes mal, fiebre, etc.
MAR: Muchas gracias.
Emilio se fue y yo estaba nerviosa. Tenía mucho tiempo que no me sentía así, de hecho ese era un sentimiento desconocido para mí.
Aunque tampoco me gustaba mucho que tuviera llaves de la casa, eso quería decir que en cualquier momento y a cualquier hora podía entrar. Desde ese día decidí ponerle el seguro a todas las puertas por cualquier cosa.
Después de esa noche, no podía dejar de pensar en él. No sabía si era la locura del encierro, porque después de estar sola por muchos días, no ver humanos, hablar solamente con un gato y ver redes sociales, la cordura se puede perder. Me daba miento pensar en que empezara a gustarme como hombre. Solo de pensarlo me daba remordimiento, sentía que estaba traicionando a Juan Pablo. Cuando eres viuda una parte de ti se queda casada con la persona, es difícil aceptar que eres soltera, aunque no debería de ser así.
Mientras yo vivía la guerra conmigo y mis sentimientos, el mundo de afuera era un caos. Todos los días se anunciaban muchas muertes a causa del virus, que al parecer estaba siendo muy difícil de controlar. En esos días me informaron que varios de mis compañeros estaban contagiados, entre ellos mi mejor amigo, quien se encontraba muy delicado de salud en un hospital. Esta fue una noticia fuerte para mí, por primera vez tuve miedo por mi vida y la de mis seres queridos. Era una situación de película, todos separados viviendo una vida completamente extraña. Trataba de hablar por lo menos una vez a la semana con mi familia para no perder la razón pero aún así, era complicado.
![](https://img.wattpad.com/cover/300616699-288-k979365.jpg)
ESTÁS LEYENDO
"Te amo en pandemia"
Mistero / ThrillerTras la Pandemia que está aterrorizando al mundo, Mar ha quedado atrapada y completamente sola en el lugar en el que menos hubiera querido. La antigua casa de la familia, la cual está llena de misterios y secretos sin revelar. Y en medio de toda est...