5-Diferentes

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El teléfono sonó y el padre que estaba en la oficina grito: - ¿Alguien puede cogerlo? – 

Después de unos minutos se oyó una voz desde el piso de abajo diciendo: -es para usted señor--

Lo cojo en mi oficina- grito desde arriba Descuelgo el teléfono y respondió: - ¿diga? – desde el otro lado le contesto un profesor – buenas tardes, Señor Dood soy el profesor de dibujo de su hijo, ¿tiene un segundo para hablar de lo que ha hecho para el concurso? – 

-- ¿Hay algo malo en ello? – pregunto extrañado por el tema de conversación - Yo le diría que es mejor que lo viera usted mismo, ¿mañana es un buen día? - 

-Claro, estaré allí- respondió con curiosidad. 

Al día siguiente a primera hora de la mañana aún con los pasillos desiertos estaban yendo hacia la galería donde se exponía, el profesor le llevo por los pasillos azules llenos de taquillas y puertas del mismo color. En la pared del fondo era donde se exponían todos los dibujos tamaños A4 que habían hecho los estudiantes.

 Todos ellos tenían algo en común, todos tenían colores, algo de luz. Fueron despacio por ese pasillo viéndolos hasta llegar al último. Allí el profesor se paró y le dijo que era el de su hijo, era un precioso campo de girasoles, pero según el profesor el problema era que estaba hecho a carboncillo. 

Le explico que de todos los dibujos que había hecho a lo largo de lo que llevaba en el colegio ni uno tenía color. - ¿Hay algún problema con eso? - 

- ¿No cree que esté mal? ¿Qué debería hacer alguna terapia o algo similar? – nada de esto lo dijo mirándole a la cara, sino que miraba constantemente al cuadro con una mueca. 

- No lo vuelva a insinuar- respondió con el ceño fruncido y dándole con el dedo en el pecho, y se fue a paso rápido a la salida. 

Al llegar a casa después del trabajo encontró a su hijo en el sofá con su libreta de dibujo y un plato de fruta en la mesa de centro, se sentó al lado de este, y le dijo: ¿Podemos hablar un minuto? – Su hijo dejo a un lado el block y se sentó como un indio mirando a su padre. 

-Ayer tu profesor de dibujo me llamo preocupado por el dibujo que has hecho para el concurso de todos los años. Hoy he ido a verlo, no me ha gustado un pelo lo que ha dicho sobre ti. Dice que no deberías dibujar a carboncillo, y que necesitas una terapia o algo por el estilo. No me gusta hijo. - le dice exaltado y preocupado de que pensaran el resto de los profesores.

 -A mí me gusta- respondió encogiéndose de hombros -Me deja dibujar lo que quiero y no me hace mucho caso en sus clases, lo cual agradezco- Añadió en voz baja como cada vez que decía algo de lo que no estaba seguro si era apropiado o no. 

- Bueno, supongo que eso está bien. Pero si te dice algo sobre tus dibujos a carboncillo dile que hable conmigo ¿de acuerdo? – contesto revolviéndole el pelo.

-si papa- dijo mientras asentía.

 Y cada uno se puso a hacer lo que debía, él niño seguía con su dibujo de un caballo y el padre subió a su despacho. Tenía mucho que hacer antes de la hora de la cena, entre ellas una noticia en la hora de la cena. Cuando dieron los nueve, bajó al comedor y al pasar por el salón, encontró como casi todas las tardes a su hijo dormido en el sofá, agarrando su cuaderno pudo ver un caballo en movimiento corriendo por un prado a blanco y negro que casi parecía que se iba a salir de la hoja y empezar a correr por ahí. 

Lo despertó y como siempre durante la cena hablaron sobre temas de interés para ambos, noticias pelis, artículos... Al chico le dio por sacar un nuevo tema, las relaciones entre personas, estaba claro que a él le costaban, pero cuando su padre empezó a hablar aclaro que se refería a las amorosas. 

Relatos cortosWhere stories live. Discover now