La guerra comenzó hace ya tiempo, cada día es mas duro y tedioso mantener el ritmo. Caminar cada vez más lejos para conseguir comida y agua. Siempre alerta, en constante tensión al no saber lo que puede ocurrir. Todos esperan el inminente ataque que incluso les hace dormir con un ojo abierto y siempre en silencio, intentando escuchar algo más que sus respiraciones.
Los meses pasaban y entre unos y otros suministros cada vez había más tiempo, el acero y la piedra es lo que más importaba para preparar la guerra. Sin embargo cada día que asaba sin conflicto, este era olvidado por el resto que volvían a sus vidas, debían empezar a ser autosuficientes, no depender de nadie ni de nada.
Mientras que al otro lado del mar, los herreros trabajaban más que nunca para preparar un asedio y controlar el comercio. Las bolas de fuego volaron durante el primer ataque y tomaron las tierras sin encontrar resistencia alguna, se rendían ante ellos incluso antes de haberlos visto llegar.
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Relatos cortos
RandomSiempre me ha gustado escribir, escribir relatos cortos. Era y es la forma que tengo de expresarme, porque escribir las cosas se me da mejor que decirlas de viva voz. Esto que vais a leer a continuación es todo lo que he ido escribiendo, y hago est...
