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Año 2007: Han POV.

Mi recámara era mi lugar seguro, mis padres se encargaron de ello al decorarla a mi gusto, a pesar de que tenía una corta edad, ya guardaba grandes secretos.
Comencé a dibujar, mi pasatiempo favorito, mi familia no veía nada malo en ello, encerrarme en mi pieza y pasar la tarde en ello, después de todo era bueno en la escuela y ayudaba a tareas fáciles en el hogar.
Había pasado Navidad y a pesar de recibir bonitos regalos no estaba conforme, yo quería tener con quien jugar, lo deseaba con todas mis fuerzas. Dibujé a un niño, estaba en mi pieza con más juguetes, ese era el hermano que yo deseaba, pero sucedió algo demasiado extraño. De pronto aquel niño salió del lienzo. Atónito di algunos pasos hacia atrás hasta caer de sentón en el piso, el infante observaba todo en la recámara, curioso y feliz. Me di cuenta de que era amigable conforme comenzamos a platicar y a jugar, así que decidí hacerme su amigo.

Pasaban los días y era divertido convivir con él, le llevaba comida a escondidas, le pedí no hacer mucho ruido para que mis padres no nos regañaran, ellos creían que tenía un amigo imaginario así que no quise contradecirlos

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Pasaban los días y era divertido convivir con él, le llevaba comida a escondidas, le pedí no hacer mucho ruido para que mis padres no nos regañaran, ellos creían que tenía un amigo imaginario así que no quise contradecirlos.
Ya íbamos a la mitad del año, me percaté de que cada cosa que dibujara si lo deseaba con fuerzas, saldría a la realidad, teníamos nuestro propio mundo, uno enorme y divertido. Ya no pedía juguetes, nosotros mismos los creábamos por medio de lo que dibujara. Nos fuimos a dormir, fue la última vez que lo vi, jamás le pregunté su nombre y no me molesté en ponerle uno. Cuando desperté él ya no estaba, lo busqué por toda la casa llorando, pasaba días en ello hasta que mis padres preocupados me llevaron a dormir con ellos, así tenía un poco de tranquilidad. Intenté dibujarlo pero no lograba retratarlo bien, cualquier cosa que dibujara me salía perfecta ¿Pero por qué a mi hermano no? El lienzo quedaba a medias siempre.

Mis padres dijeron que no podrían darme un hermano, que el dinero que tenían apenas y alcanzaba para nosotros, pensaba que podría ayudarles, dibujé dinero y los llevé a mi pieza, ellos me miraban confundido y creían que yo pensaba que el dinero se dibujaba, se recortaba y se usaba, pero no, mi idea era traerlo a la vida real, no sucedió, por segunda vez, pero no había perdido mi don. Cuando se fueron, dibujé junto al dinero unas bellas flores, eran azul cielo, me recordaban a mi hermano, era su color favorito, así que desde entonces nombré a ese niño como Sky, quedaría siempre en mis recuerdos y me aseguraría de jamás olvidarlo.

Dibujando sueños.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora