Reino Atlantis (16 años atrás)
Una mañana cualquiera en aquel reino algo conocido, se encontraban platicando 2 Pokémon.
— ¿Esto de verdad es cierto?
— ¡Por supuesto! El futuro podrá ser incierto, pero el señor arceus tiene todas las respuestas. Es cuestión de creer en él y listo -respondía un slowbro a aquel lapras-
Y de la misma manera habían otros Pokémon haciendo aquella predicación... Desde hace ya un tiempo, al reino de Atlantis habían llegado un grupo algo extraño de Pokémon que hacían esto, una predicación sobre el dios arceus. Su ideología consistía en qué sin importar que deparara el futuro, arceus siempre podría salvarlos y por eso debían adorarle. Pero, ¿Por qué hacer una predicación allí? En resumen, tenían la intención de llevar su mensaje a los confines del mundo. Pese a haber dejado claro que su intención era crear una religión común en el océano, al igual que hay en la superficie, ellos en realidad parecían una secta más que nada.
Cómo en aquel tiempo los recursos estaban en buena posición, lograron crear su propia iglesia en aquel reino para tener un lugar donde adorar a su dios. Y es que había Pokémon a los que el grupo logró convencer y estos se les unieron. El día que preguntaron quienes eran, alguien, un Pokémon que aparentaba ser su líder, respondió: "respondemos bajo el nombre de Astra Dei".
— Cariño... ¿Qué crees que debemos hacer al respecto de ese grupo?
— ¿Los religiosos?
— Exactamente -preguntaba aquella glaceon, la misma reina de hecho, al empoleon rey, su esposo- La verdad yo los considero... Molestos.
— Ellos forman parte del pueblo... Tienen la libertad y elección para hacer lo que hacen.
— Sí, pero ¿Qué me dices de nuestra hija? Con apenas 6 años es muy curiosa y no quiero esa influencia para ella... -un poco preocupada-
— Eso en realidad es irrelevante... -el tipo agua volteó a mirar a su esposa para proseguir- es egoísta ponerla por encima de todo un reino, claro que es mi prioridad también, pero no podemos pensar solo en nosotros en estas situaciones.
— Lo sé... ¿Pero que me dices de tu plan? Yo... Creí que lo que querías era hacer una diferencia a como se dirigen otros reinos de la superficie.
— Y así será... Ese grupo tendrá su libertad mientras se limiten solo a hablar, en tanto no afecten negativamente a nadie y solo sean habladores, serán inofensivos.
— Bueno... Creo que tienes razón en eso, pero igual estaré vigilándolos -afirmó la tipo hielo, en el fondo, aún con desconfianza-
Meses pasaron y el grupo de Astra Dei empezó a ser más conocido por el reino. Algunos los escuchaban y se unían a ellos, pero sin duda y como era de esperarse, hubo aquellos que no. Algunos eran Pokémon que justamente habían venido a Atlantis para olvidarse de la religión y todo lo relacionado a ella. A otros simplemente no les interesaba.
— ¡Wow! Este lugar en verdad es muy grande.
— Es cierto... ¿Acá haremos lo que nos dijo? ¿Cómo... Lo llamó exactamente?
— Primera comunión pequeños -respondió este Pokémon que se encontraba enseñándoles ni más ni menos que la iglesia-
— Señor Cyrus, ¿Me puede recordar por qué era necesario eso? -preguntó el tipo lucha con curiosidad-
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Pokecuento: Diabulus in Atlantis
FantasyEs la historia de un reino oculto debajo del mar, y en él, un inteleon lucha constantemente con su pasado, pero deberá afrontarlo si quiere, no solamente salvar a quienes ama, sino encontrar finalmente la paz que ha buscado por tanto tiempo.