Por los pasillos de Atlantis, un alma angustiada caminaba, no, casi corría. En sus interiores, estaba lleno de preocupación. Lex, un inteleon y uno de los tantos caballeros del rey, asignado a ser un soldado de campo y vigilar el reino desde las sombras gracias a su habilidad de camuflaje, no podía dejar de pensar en todo lo que el Jolteon de nombre Jake le había dicho.
Lex llegó a la puerta de la sala del trono. Respiró profundamente, tratando de calmarse nuevamente. Todo eso le había caído como una gran montaña, todo fue muy repentino y fuerte para él debido a todos los traumas que en el fondo carga consigo. Sin embargo, igual trató de calmarse. Y finalmente... Abrió las puertas.
El rey Víctor se encontraba ahí, hablando con uno de sus mayores asistentes, un slowking. Lex, al entrar, se acercó arrodillándose un poco.
— Mi señor... Lamento entrar tan repentinamente... Pero hay un asunto que debo decirle que requiere atención inmediata -dijo Lex, dejando ver su rostro de preocupación-
— De acuerdo -El rey Víctor pudo notar el estado inusual de Lex y miró al slowking- Samuel... ¿Podemos dejar esto para después?
— No hay problema señor -respondió el tipo agua/psíquico con tranquilidad-
— Dime Lex... -decía aquel empoleon mirando al inteleon- ¿Es acaso sobre el asunto que te encargué?
— Así es... Me temo que tengo información la cual... Es impactante, al menos... Para mí.
— Cuéntame todo -dijo seriamente dando a entender que quería saber la información sin rodeos-
— Verá...
De este modo Lex comenzó a relatar toda la información que aquel Jolteon le había suministrado. A su vez, habló de su experiencia en el club de los hermanos quaquaval, lo que le pareció raro de esa primarina. Al terminar, la cara de ambos era de pura preocupación.
— ¿En verdad es cierto todo eso que me estás diciendo?...
— Lo juro señor Víctor, todo es verdad. Parece que solo están esperando las órdenes de un tal Cyrus y esa primarina, el Lucario y el gallade están involucrados en todo el asunto.
— ¿Cyrus? -preguntó el slowking con impresión empezando a mirar al rey-
— Maldición... -este entendió también mirando al slowking-
— ¿Qué sucede? ¿Conocen a ese tal Cyrus? -preguntó confundido ante sus reacciones-
— Joven Lex... ¿Recuerda la guerra de hace década y media? Esta fue provocada por un grupo religioso, que muchos llamaron secta. Un grupo llamado Astra Dei. Y tanto el rey como yo sabemos qué... El líder de aquel grupo fue un malamar, de nombre...
— Cyrus -concluyó el rey, interrumpiendo al slowking- Cuando acabó la guerra fue arrestado por sus acciones. Pero el reino quedó en tan mal estado que eventualmente salió. Demasiados Pokémon acabaron yéndose del reino, ya no teníamos recursos para casi nada. Según teníamos entendido él había huido a la superficie...
— Señor... ¿No creerá que quizás volvió al reino? -alegó Samuel algo pensativo-
— En base a la información de Lex es algo que siento probable...
Los 2 seguían debatiendo, pero en el fondo el más impactado era Lex. Por más que supiera sobre la guerra de hace tiempo, no conocía en absoluto los detalles sobre el líder que desencadenó la caída de un reino recién construido.
— No... No podemos dejar que pase... Mi señor, no importa cual sea la verdad, ¡No podemos permitir que esa guerra ocurra de nuevo! -exclamó Lex con evidente frustración-
ESTÁS LEYENDO
Pokecuento: Diabulus in Atlantis
FantasíaEs la historia de un reino oculto debajo del mar, y en él, un inteleon lucha constantemente con su pasado, pero deberá afrontarlo si quiere, no solamente salvar a quienes ama, sino encontrar finalmente la paz que ha buscado por tanto tiempo.