Era un nuevo día en el reino de Atlantis, y dentro de una de las habitaciones del castillo se levantaba uno de los sirvientes, este era un greninja, quien desempeñaba el papel de mensajero real. Encargado de los acuerdos oficiales e informar cualquier situación importante, en sus manos estaba poner al día al rey de todos los asuntos a nivel económico, político y social.
Jonny, el greninja, se levantó y comenzó a hacer su rutina diaria de la mayoría de días.
— Veamos... Creo que hoy debo reunirme con los comerciantes de la superficie, espero y si accedan al último acuerdo que hicimos -pensó para si mismo el tipo agua/siniestro-
Este, luego de estar listo, comenzó a hacer sus breves labores y luego salió al reino para reunirse con unos comerciantes. Vamos, que no por nada en Atlantis había tantos recursos como en la superficie. Específicamente, esto se conseguía a través de unos negocios con comerciantes de la superficie. Estos exportaban materiales de construcción, comida y todo lo necesario a través de los túneles secretos que llevaban al reino. Usualmente las cosas eran transportadas en cajas, pero de cualquier modo los túneles eran suficientemente grandes.
Jonny caminó a una zona especifica donde debía ir, al llegar se encontró con un machamp y una swanna.
— Buenos días -saludó la swanna al ver al greninja- ¿Qué tal ha ido todo?
— Pues... Estable diría yo -respondió Jonny- Podemos mantenernos por suerte, aunque para ello debemos seguir consiguiendo más cosas...
— Entiendo a dónde vas, y no tienes que pedirlo. Aceptamos el nuevo ingreso -aclaró el machamp- después de todo, Victor es un viejo amigo mío... Lo menos que puedo hacer por él es ayudarlo ahora que lo necesita.
— Eso es muy amable de su parte... Gracias -sonrió aliviado el tipo siniestro/agua-
— Si todo marcha bien haremos la entrega en 3 días -comentó la swanna para aclarar-
— Entiendo, yo lo informaré... Pasen un buen día los 2.
El greninja se despidió del machamp y la swanna, regresando por dónde había venido. Cabe destacar que había cierta ventaja de hacer negocios con ciertos comerciantes, pues algunos conocían al rey Víctor, y por ello convencer de ayudar era más fácil. Después de todo, hasta el mismísimo rey habitó un tiempo en la superficie antes de llegar a su actual posición.
Jonny caminaba hacia el castillo, sin embargo en su trayecto se tropezó con un collar. Lo recogió confundido, mirando alrededor. Al final decidió quedarse un poco por la zona para ver si hallaba a su dueño, esto de hecho, no tardaría demasiado...
— Ay... ¿Dónde está? Lo acabo de comprar, no pude haberlo perdido... -pensaba en voz alta una Pokémon bastante preocupada, cabe destacar que se trataba de una primarina-
— Disculpa -dijo el greninja notando a la primarina y acercándose a ella- ¿De casualidad lo que se te perdió fue un collar?
— Oh, así es... Lo acabo de comprar, no puedo creer lo torpe que soy a veces...
— Tranquila, aquí está -dijo mostrándoselo con tranquilidad- ¿Es este no?
— ¡Si! -admitió con emoción- Justo ese es, no puedo creer mi suerte de hoy, que bueno que lo encontraras.
— No es nada, estaba cerca y tropecé con él -dijo mientras le entregaba el collar-
— En verdad aprecio que me lo hallas entregado, imagino que cualquier otro lo tomaría para si, sea para venderlo o algo -suponía la tipo agua/hada con algo de impotencia-
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Pokecuento: Diabulus in Atlantis
FantastikEs la historia de un reino oculto debajo del mar, y en él, un inteleon lucha constantemente con su pasado, pero deberá afrontarlo si quiere, no solamente salvar a quienes ama, sino encontrar finalmente la paz que ha buscado por tanto tiempo.