Falaz Aflicción

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La mañana siguiente Lionel sentía como su cabeza retumbaba en la más dolorosa de las resacas, todo el alcohol que ingirió la noche anterior le estaba pasando la factura.

Al abrir sus ojos, su vista se había vuelto un poco borrosa y, aunque en menor medida que la noche anterior, todo le estaba dando vueltas. Se sentó a un costado de la cama donde había quedado dormido, aunque no pudiera ver bien su entorno, sabía que ese lugar no era su habitación.

Llevó su mano derecha a su cabeza debido al gran dolor que sentía y a medida que pasaba el tiempo, tanto lo nublado de su vista como el mareo que sentía iban desapareciendo y al fin empezó a recordar parte de lo que pasó el día anterior.

Había ganado el partido, México quedó fuera del mundial, se había embriagado tanto junto a Guillermo. Los recuerdos le habían llegado de golpe y al parecer no se había dado cuenta ni de su desnudez, ni del hombre con rizos dormido justo a su lado.

Empezó a observar el lugar donde había caído dormido, era un lugar pequeño, había un desastre por todo el lugar, botellas de cerveza por doquier, la refrigeradora seguía abierta y su ropa se encontraba en el suelo, era curioso que en todo el tiempo que llevaba despierto no se había percatado en que estaba completamente desnudo.

En el suelo también había una camisa con el logo de la selección mexicana que se encontraba al lado de su pantalón, no recordaba haber intercambiado camisas con algún jugador o que se la hubieran regalado. Continuó mirando el piso de aquella habitación en busca de sus bóxers cuando los vió o al menos eso creyó, notó que aquellos bóxers rojos Calvin Klein no eran suyos.

—¿Por qué hay ropa que no es mía tirada en la habitación? —se preguntó Lionel con completa curiosidad y sorpresa debido a la aparición de dichas cosas en el suelo.

Poco le duró la duda ya qué Guillermo también comenzaba a despertar moviendo sus piernas para acomodarse, dicho acto hizo que el argentino voltera a verlo y el horror se vió reflejado en el momento en que abrió sus ojos a más no poder y de un brinco se levantó de aquella cama tapando sus partes íntimas, al fin todos los recuerdos de aquella noche volvían a su mente, el como besaba a Guillermo, como lo desnudó, como lo embestía y peor aún, como lo disfrutó.

—¡PERO QUE MIERDA! —gritó Lionel al ver a Guillermo desnudo en aquella cama.

Debido a ese grito, Guillermo se despertó por completo y apreció aquella escena con el mismo o mayor horror que había mostrado Lionel, este estaba parado un poco lejos de la cama y tenía sus manos cubriendo su miembro.

La primera reacción de Guillermo fue tapar con la sábana todo su cuerpo dejando solamente su cabeza al descubierto.

—¿Qué mierda pasó? ¿Dónde está tu ropa? ¿Dónde estamos? ¿Por qué estamos desnudos? Y aún más preocupante ¿Por qué me duele toda la zona pélvica? —Guillermo hacia muchas preguntas pero no recibía ninguna respuesta por parte del argentino, solo podía apreciar esa cara que reflejaba lo consternado que estaba debido a la situación.

— ¡¿Cómo puedes preguntar todo eso Guillermo?! ¡¿Acaso no recuerdas todo lo que pasó ayer?! —Lionel estaba incrédulo ante la poca memoria que presentaba Guillermo.

—Bueno, recuerdo tomar unas cervezas contigo, charlábamos y reíamos, luego ese beso y... —al fin recordó lo que pasó en ese lugar, su cara pasó de una horrorizada a ser una de un gran pánico. —¡Me lleva la chingada! ¡Cogimos... —

—No te atrevas a decirlo Guillermo, quizá solo estamos imaginando y en realidad nada pasó... Sí, eso debe ser —aunque Lionel recordaba casi a la perfección lo que había pasado, no quería reconocerlo, temía que las sensaciones de anoche le ganaran a su razón.

—Tampoco finjas que nada pasó Lionel, ambos sabemos la realidad de las cosas y, aunque no nos guste, debemos resolverlo aquí y ahora —Guillermo sabía las consecuencias de lo que hicieron y al no querer perderlo todo, estaba dispuesto a hacer que Lionel y él se olvidarán de todo, no sin antes aclarar lo que pasó.

—¡¿Cómo no voy a finjir Guillermo?! Creo que te estas olvidado de lo que esto significa, le fui infiel a mi esposa Guillermo y si esto sale a la luz, tanto tú como yo estamos jodidos —

—¡Lo sé! Sé que si esto se descubre quedaremos en la ruina, que tu lo perderás todo, hasta perderás a tus hijos y qué yo tendré que regresar a vender tortas con mi padre —Guillermo temía el futuro de su carrera como futbolista.

—Pues ya está, olvidemos y sigamos con nuestras vidas —dijo en tono aliviado Lionel.

—No, antes de eso quiero que aclaremos lo que pasó y luego, como dices, lo olvidaremos —

—¿Aclarar qué? Dime, creo que tú recuerdas muy bien lo que sucedió, no necesitamos aclarar eso, bebimos, todo se salió de control e hicimos lo que hicimos, ¿Qué más quieres? —Lionel comenzaba a enojarse y para evitar que algo más pasara, comenzó a tomar su ropa y a vestirse.

—Si, si lo recuerdo muy bien, se como empezó, se como me desnudaste y aún peor Lionel, como lo disfrutabas, eso se veía en tu rostro —quizá provocarlo no era una buena idea, pero quería saber porqué Lionel había accedido a eso, podrá poner de excusa el alcohol pero ahí había algo más.

—¿Qué estás insinuando? ¿Qué porque gemía, me encantó lo que hicimos? Entiende Guillermo, estaba ebrio, no sabía lo que hacía así que deja de romperme las bolas y no hagas el papel de pelotudo — el rostro de Lionel estaba ligeramente rojo por la ira, aquel tipo estaba insinuando que le había gustado el que hubieran tenido sexo, si que estaba delirando, ¿Verdad?

—Por favor Lionel, ya acordamos que esto no saldrá de aquí, no temas admitirlo, solo... se sincero conmigo y contigo mismo —esta fue la gota que derramó el vaso de la paciencia de Lionel.

—Ya basta Guillermo, lo que pasó paso, ahora olvidemoslo y sigamos adelante, si me disculpas, me voy —dicho esto dió media vuelta y salió de aquella habitación.

Guillermo quedó solo en aquella habitación de servicio, quizá hizo mal en presionar a Lionel, pero ¿Qué más podía hacer si esté se negaba a aclarar todas las dudas que tenía? Lo bueno de toda esa charla es que su duda principal ya estaba resuelta.

~

En el pasillo que daba a su habitación, los pensamientos de Lionel le recordaban lo que le había dicho el mexicano en aquel cuarto de servicio.

~...se como empezó, se como me desnudaste y aún peor Lionel, como lo disfrutabas, eso se veía en tu rostro~

Estúpido Guillermo, insinuar que disfrute aquello, que ridículo —trataba de convencerse a sí mismo, pero recordar lo que pasó, lo que hizo con aquel chico de rizos hipnótizantes, le hacía imposible no aceptar la realidad. Debía dejar de "finjir" sentirse aflijido ya que eso era una vil mentira, aunque era verdad que temía por lo que podía perder por todo esto.

Recordar le sacó una sonrisa ladina, ya no podía seguir engañandose, le había gustado cada segundo dónde lo hacía con Guillermo, eso no sólo lo llenó de la más caótica lujuria, también le dio mucha adrenalina y además de eso, despertó en él un sentimiento que había reprimido en lo más profundo y oscuro de su ser.

Le sacaría provecho a esa situación y a lo que posiblemente sentía Guillermo por él.

Llegó a su puerta y comenzó a tocarla, esperando a que alguien le abriera.














Otro capítulo, perdón por la tardanza pero me había bloqueado y no sabía cómo continuar con el capítulo anterior. Los otros dos capítulos suceden el mismo día, pero serán desde la perspectiva de Lionel y la perspectiva de Guillermo o a lo mejor solo sea uno, quién sabe. Espero disfrutes de este capítulo y de la historia que poco a poco agarra forma xd.

—Stanb ^^

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