Paramour

Mudarse A Argentina

Dos semanas habían pasado ya desde que Guillermo llegó a México, el primer día se dedicó a contar todo lo que había vivido en el mundial, evitando mencionar que estaba "saliendo" con el mismísimo Lionel Messi, no creía que debían escuchar eso todavía. Luego pasaron una semana en un hotel frente al mar, quería que sus padres tuvieran buenos momentos antes de decirles que se iría a vivir por tiempo indefinido a Argentina.

Guillermo se encontraba en casa de sus padres, mientras ellos habían salido a comprar los ingredientes para hacer la cena, el se quedó en la sala chateando con Lozano.

<¿Ya les dijiste a tus padres sobre lo de Argentina?> preguntó Lozano

<Aún no Lozano, no he encontrado el momento perfecto para decirles> Guillermo intentó hacerlo en el hotel, pero no tuvo el suficiente valor para hacerlo.

<Bueno, y cuéntame ¿Qué han hecho estos días? Fui a buscarte un día y no estabas> la curiosidad mataba a Lozano.

<Hicimos muchas cosas la verdad, fuimos una semana completa al mar y el resto de días fuimos al teatro, al cine y a comer fuera, hoy haremos una cena, si quieres puedes venir> sabía que Lozano era casi un hijo para sus padres, así que decidió invitarlo.

<Suena bien, si no les molesta a tus padres iré gustoso>

<No eres molestia y menos para ellos, te adoran, estarán felices de tenerte aquí> admitió Guillermo.

<Pues ahí estaré, ¿Quieres que lleve algo?> creía que sería descortés aparecerse con las manos vacías.

<No te preocupes, vente como a las siete> la cena estaría lista para esa hora.

<Perfecto>

La notificación de un mensaje apareció en pantalla, era de Lionel, al verlo Guillermo dio un salto fuera del sofá, era el primer mensaje que Lionel le enviaba luego de despedirse en Catar.

<Hola Guille, ¿Qué tal va todo?>

El mensaje había puesto muy contento a Guillermo, al fin le había escrito, pensó que estaba ocupado o algo así y por eso no le mandó un mensaje antes. ¿Qué debía responderle? Pues la respuesta era obvia, pero la emoción y los nervios hacían dudar a Guillermo. Unos pocos minutos habían pasado hasta que se decidió por responder el mensaje de Lionel.

<Hola Leo, estoy muy bien, la he pasado increíble con mis padres, ¿Tú que tal?> le escribió Guillermo.

Rápidamente recibió contestación por parte de Lionel.

<Igual de increíble que tú, aquí se armó una gran celebración y disfrutamos mucho>

Guillermo estaba feliz por Lionel, ansiaba tanto verlo de nuevo, se había vuelto una necesidad desde que pasó tanto tiempo sin él.

<Me alegro por tí Lionel, espero verte pronto> le confesó Guillermo.

<Hablando de eso, ¿Ya le dijiste a tus padres?> preguntó Lionel.

No les había dicho, eso era algo obvio, no quería ponerlos tristes, pero Guillermo quería estar junto a Lionel, debía llenarse de valor y decirles.

<Aún no Lionel, pensaba hacerlo pronto, no te preocupes>

En eso la puerta principal se abrió, los padres de Guillermo ya tenían las compras para la cena de hoy, Guillermo se levantó para ayudar a su padre con las bolsas que estaba cargando.

—¿Lo encontraron todo? —preguntó Guillermo.

—Por suerte si, no nos hizo falta nada, así que pongamos manos a la obra para preparar la cena —dijo la madre de Guillermo.